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dc.contributor.author | Rosario Nieves, Iris Yaritza | |
dc.date.accessioned | 2015-05-21T10:59:56Z | |
dc.date.available | 2015-05-21T10:59:56Z | |
dc.date.issued | 2015-05-21 | |
dc.identifier.uri | http://hdl.handle.net/10226/1267 | |
dc.description | El maestrando pertenece a la Maestría en Derecho. La tesis fue evaluada el día 09/12/2014 por el tribunal integrado por Leonardo Filippini, Tomas Manguel, Mario Villar. La calificación obtenida fue 9 (nueve). El número de acta es 194905 | es_AR |
dc.description.abstract | Por décadas en los Estados Unidos se ha estado trasladando a jóvenes menores de 18 años que cometen actos delictivos a los tribunales criminales. El procedimiento se lleva a cabo de acuerdo con las leyes de cada Estado. Por un lado, existen casos de traslados automáticos en que la Asamblea Legislativa de cada territorio ordena que ante la comisión de ciertos delitos a una edad determinada, el Ministerio Público no pueda utilizar su discreción para permitir que la causa criminal continúe en los tribunales de menores. Por otro lado, existen situaciones en las que el legislador le otorga la discreción al Ministerio Público de solicitar que los casos sean celebrados en los tribunales ordinarios sin la necesidad de que se celebre una vista. También están los casos en los que el Ministerio Público solicita una renuncia con el propósito de que sea el juez el que evalúa la coherencia de continuar otorgándole al menor el tratamiento especial que el sistema juvenil está supuesto a proveer. En dicha vista se observa, a través del testimonio de peritos, el carácter, la impulsividad, la irresponsabilidad, la madurez y la posibilidad de rehabilitación del joven: mientras más presentes se encuentren estas características, mayor es la probabilidad de que el joven sea tratado en el tribunal ordinario y por lo tanto, reciba la misma pena que un adulto. Con el pasar del tiempo, las transferencias se fueron haciendo cada vez más flexibles. Más aun, luego de que la Corte Suprema estableciera en Kent v. U.S.A., 338 U.S. 541 (1966), unas pautas sobre cómo debían llevarse a cabo las mismas. Pero luego, se habilitaron las remociones automáticas de los menores desde los tribunales juveniles hacia el sistema de adultos. El mito sobre los menores superdepredadores desarrollado en Estados Unidos tuvo una enorme influencia en la diseminación de la legislación sobre renuncias automáticas. Por ello, 250,000 jóvenes son tratados como adultos anualmente en los Estados Unidos. Durante un tiempo los traslados automáticos fueron cuestionados en los tribunales estadounidenses por constituir una violación a la igual protección de las leyes y al debido proceso de ley. Ninguno de los planteamientos tuvo éxito... | es_AR |
dc.description.sponsorship | Mary Beloff | es_AR |
dc.language.iso | es | es_AR |
dc.title | La capacidad disminuida como reto a las renuncias de jurisdicción y las penas como adulto | es_AR |
dc.type | Book | es_AR |
dc.type | Other | es_AR |