Resumen:
El trabajo en las instituciones de educación superior es fundamental, a partir de la consideración de que en las universidades es donde (en buena medida) se construye y se cultivan las ciencias; los descubrimientos y aportaciones científicas contribuyen para la elevación de la calidad de vida de la sociedad en general y por ende del Estado, sin embargo las tendencias de la flexibilización laboral, así como las precarias condiciones y circunstancias de trabajo en estos lugares son una realidad difícil de superar, y se incumple con lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo, en lo relativo al trabajo decente. Ese incumplimiento se traduce en una serie de problemas que sin duda puede afectar la calidad educativa no solo de una institución, sino del sistema educativo en si, por lo que cualquier sociedad y el Estado deberían focalizar buena parte de sus esfuerzos a la formación, profesionalización de sus habitantes y al progreso científico, por las ventajas que en términos de desarrollo significa.