Resumen:
A lo largo del siglo XX, la libertad de expresión se ha convertido en patrimonio de los
abogados más que de los filósofos. Los límites de esta libertad han sido delineados en buena medida por los tribunales, y de manera más notable por la Corte Suprema de los
Estados Unidos. Comenzando en el New Deal, la Corte Suprema empezó a ser cada vez
más generosa en la protección de la libertad de expresión, y lo hizo incluso al mismo
tiempo que sostuvo la autoridad regulativa del gobierno frente a reclamos generalizados
de libertad individual del tipo que se podría pensar como protegido por el principio del
daño a terceros de Mill. En términos jurídicos, la libertad de expresión triunfó mientras el
debido proceso sustantivo colapsó. La libertad de expresión fue protegida aún cuando la
Corte Suprema reconoció que, en ausencia de una cuestión relacionada con la libertad de
expresión, existían bases suficientes para la regulación por parte de las autoridades públicas.
Descripción:
Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale. En su versión en inglés, este artículo fue
publicado en una nueva edición del libro de John Stuart Mill Sobre la Libertad, junto a otros artículos sobre
Mill y su obra [John Stuart Mill, On Liberty, edited by David Bromwich and George Kateb, Yale University
Press, New Haven, 2003]. La traducción del artículo estuvo a cargo de María Piqué y Victoria Ricciardi, con
la colaboración de Mariano Fernández Valle y Alejandra Etchegorry.