Resumen:
En las recientes audiencias de confirmación de sus nombramientos ante la comisión judicial del Senado, los magistrados John Roberts y Samuel Alito insistieron en la importancia de "acatar el derecho" y de distinguir entre los compromisos morales personales de los jueces, y sus propios criterios sobre la Constitución. Al señalar esta distinción, ambos candidatos recapitularon una discusión desarrollada durante los debates presidenciales de 2004, cuando a los entonces candidatos se les preguntó qué clases de personas designarían para la Corte Suprema. El presidente Bush respondió que "elegiría a alguien que no permitiera que sus opiniones personales obstaculizaran el camino del derecho; alguien que interpretara estrictamente la Constitución de los Estados Unidos". El senador, Kerry estuvo de acuerdo, y agregó: "no creo que necesitemos un buen juez conservador, pero tampoco creo que necesitemos un buen juez liberal. (...) Quiero asegurarme de tener jueces que interpreten la Constitución de los Estados Unidos conforme a derecho".