Resumen:
Sin negar que su mera estabilidad frente a complejas crisis es un gran logro, las democracias latinoamericanas han sido criticadas durante las últimas dos décadas por ser incompletas, no consolidadas, o carentes de un verdadero estado de derecho. Los sistemas legales de la región han contribuido a esta desilusión por su aparente tolerancia de la corrupción, el favoritismo y la persistente represión por parte del estado.