Resumen:
¿Tiene el sexo un lugar en el lugar de trabajo? De acuerdo con la mayoría de los teóricos del management y con las abogadas feministas, la respuesta es un no rotundo. El progreso, dicen, significa, precisamente, expulsar el sexo del lugar de trabajo -ya sea en honor a la eficiencia o a la igualdad. Puede parecer paradojal que tan extraña pareja estuviese de acuerdo con el mismo impulso sanitario; raramente se ve a las feministas como compañeras cercanas de la dirigencia empresarial corporativa. Pero luego de un examen más profundo, esto no es para nada irónico o extraño. Una de las creencias más preciadas de la sociedad norteamericana es que el lugar de trabajo es -o debería ser- asexuado. La ética dominante dice "El trabajo es el trabajo, y el sexo es el sexo, y no hay acercamiento posible entre ambos". Llámese la ética del lugar de trabajo asexual.