Resumen:
En el año 1997 -y en parte 1996- fue de importantes cambios en el derecho constitucional, internacional, procesal, penal y administrativo a distintos niveles: supranacional, federal, local. Puede considerárselo un año casi tan importante -pero no tanto- como lo fueron los de la suscripción del Pacto de San José o la reforma constitucional de 1994: ello por el efecto sinérgico de los fallos y actos procesales que se verá y la vigente Convención Interamericana contra la Corrupción (CICC), más la suscripción de la convención internacional contra la corrupción. Es cierto que hay algunos puntos negros en el camino, pero quedarán como accidentes de la historia, sin alterar su curso. Si bien los nuevos fallos nacionales son derivación razonada del Pacto y demás derecho supranacional y de la Constitución de 1994, es la primera vez que el conjunto de ambos sistemas comienza a dar frutos en la realidad del derecho viviente. Y cabe celebrar, dentro de todo, que no hayan pasado más de dos o tres años para que el nuevo orden jurídico comience a vivenciarse. Otras veces se tardó más.