Resumen:
El propósito de este artículo es hacer referencia a la creatividad como una habilidad que es privativa de una elite, sino que todo sujeto tiene potencialmente y que, por lo tanto se puede desarrollar. Al conceptualizarla se la diferencia de otros constructos, como el de inteligencia, talento y genio. Se hace referencia a la noción de pensamiento divergente, a la articulación de variables cognitivas con variables de personalidad, de entre las que se destacan la motivación y la noción de complejidad. Se desarrolla el modelo de los sistemas que sitúa a la creatividad en la intersección entre el campo, el ámbito y el sujeto. Se hace referencia a la importancia de identificar tempranamente la creatividad tanto como a la necesidad de contar con instrumentos de evaluación apropiados; se propone para ello un abordaje multidimensional que considere aspectos cognitivos en interacción con variables de personalidad y con el contexto sociohistórico-cultural. Finalmente se alude a que el objetivo de la evaluación temprana de la creatividad es conocer mejor las capacidades del niño a fin de generar programas que faciliten la expresión de este potencial; de este modo puede constituirse en un modo de afrontamiento de la vida cotidiana y, por lo tanto en un recurso al servicio de la salud.