Resumen:
Nueva evidencia científica prueba que las identidades sexuales de los seres humanos son
tan únicas como pueden ser sus personalidades. En la actualidad, no existe ningún método biológico científico que permita determinar con certeza qué es un hombre o una mujer. Por el contrario, existen buenas razones para afirmar que tales categorías obedecen en gran parte
a creaciones históricas y socio-culturales. Por ello, las categorías sociales fundadas en el sexo/género de las personas, como es también el caso del color de piel o la religión, deberían ser esencialmente irrelevantes en relación al rol que cada persona desempeña en la sociedad y para el diseño de arreglos institucionales.