Resumen:
Mi ánimo en este trabajo no es el de proponer un método específico de interpretación constitucional, sino el de avanzar algunas ideas acerca de cuál es el acercamiento que las cortes, pero en especial el Tribunal Constitucional, deberían tener al decidir conflictos
constitucionales. La política actual, argumentaré, está animada por, y funciona a través de, la búsqueda de amplios consensos entre las clases dominantes. Esta forma de hacer política es particularmente intensa en Chile. Teniendo en cuenta esa forma que la política ha adoptado en Chile, propondré un rol para las cortes. Las cortes, sostendré, deben concentrarse en hacer efectivo el derecho a participar antes que en definir el contenido sustantivo de los derechos. De esta forma, el trabajo de las cortes será consistente con el rol que se espera de ellas en una democracia, según argumentaré, y respetuoso de las promesas de autogobierno, según las describe el constitucionalismo popular—al que le
repugna la idea de tener (a los) jueces como interpretes finales de la Constitución.