Resumen:
La competitividad en la industria del fashion retail ha alcanzado niveles hasta ahora desconocidos. En un contexto de presión extrema sobre precios, mayormente debida a la contribución de los países del Asia-Pacífico desde que en 2004 finalizara el sistema de cuotas, los retailers enfrentan dificultades crecientes para satisfacer a un consumidor cuyas preferencias cambian rápidamente. Pasada la etapa en que la industria se limitaba a
competir por precio o diferenciación ha llegado el momento de combinar ambas ventajas
competitivas para ofrecer “glamour a precios asequibles”. Para ello los líderes mundiales
han apostado por la integración de sus cadenas de suministro.