Resumen:
Mi entusiasmo por investigar los problemas que se presentan en los casos de legítima defensa, surge de la permanente tensión que existe entre el derecho que toda persona posee para defenderse por sus propios medios cuando el Estado no puede protegerla y el derecho de los terceros a no sufrir las consecuencias de esa defensa (a pesar de tener que tolerar el ejercicio de ese derecho). Al tratar de conciliar los intereses del particular que se siente agredido, con los del resto de la sociedad, surgen importantes inconvenientes que no siempre son resueltos de manera justa. De allí mi interés en tratar de hacer algún pequeño aporte para que estos casos puedan solucionarse de manera un poco más justa.
A pesar de las constantes observaciones de mi director, he insistido en dejar plasmado en este trabajo las diversas cuestiones que fui analizando a riesgo de incluir cuestiones redundantes e innecesarias y por qué no de ser aburrida. Mi intención es compartir con el lector el proceso que recorrí para alcanzar las ideas que pretendo introducir con la única misión de fomentar la discusión en tono a la legítima defensa en el derecho penal.