Resumen:
La problemática asociada a la enseñanza de disciplinas tecnológicas está
frecuentemente asociada a la predominancia de enfoques que hacen de la abstracción
del contenido, una práctica áulica permanente.
El resultado que se observa de ello es el de un aprendizaje abstracto; es decir,
sin un sustento ó anclaje que le permita poner en acto aquello que desde la sola
enunciación es pura potencia.
Algunos indicadores típicos de ello son:
1. La imposibilidad manifiesta, en innumerables casos, de lograr sobrepasar el
“status de ejercicio” asociado a cualquier tipo de “situación problemática”.
2. La predominancia de la dimensión cuantitativa por sobre la cualitativa en
toda situación de análisis de objetos de estudio.
3. La dificultad en lograr verdaderas y adecuadas transcontextualizaciones entre
dominios asociados directa o indirectamente al objeto de estudio en cuestión.
4. La descontextualización del objeto de estudio, lo cual deviene en que el
alumno en situación de aprendizaje tienda a establecer “anclajes formales” (ligados
a la modelización y la formulación matemática) pero no “anclajes reales” (propios
del contexto tecnológico cotidiano).
Bajo esta perspectiva, la definición de los enfoques instruccionales más
adecuados resulta de suma utilidad a la hora de proponer “actividades auténticas”.