Resumen:
Desde la primera mitad del siglo XX, las distintas corrientes del pensamiento
económico han buscado la forma más efectiva de incorporar las externalidades
ambientales a las cuentas de la economía. Las metodologías van desde la valoración
monetaria del ambiente propuesta por la economía ambiental de la escuela neoclásica,
hasta la expresión de la economía en términos de energía propuesta por la economía
ecológica. El desarrollo de las naciones y el bienestar de las poblaciones se han
estimado tradicionalmente por indicadores económicos como el Producto Bruto
Interno. Estos indicadores ponderan las variables involucradas en su cálculo en
términos monetarios. Sin embargo, estos índices no permiten evaluar el escenario
económico en términos de sostenibilidad. Los indicadores de sostenibilidad, que
expresan las externalidades ambientales en unidades físicas, no monetarias, deberían
cada vez más, ser incorporados al campo de los negocios, constituyéndose en las
nuevas herramientas de la economía sostenible. El presente artículo propone un
recorrido a través de los mecanismos económicos destinados a incorporar el ambiente
como objeto de estudio. Así mismo se destaca la importancia de incorporar los
indicadores ambientales al conjunto de las herramientas clásicas de la economía.