Resumen:
A través del campo de estudio de la Ecología Urbana y Social podemos analizar las interacciones entre la sociedad y el medioambiente, relacionando los fenómenos sociales y urbanos con los ecológicos. Siendo así, podemos tratar de considerar los sistemas humanos como ecosistemas urbanos, concibiendo la ciudad como un conjunto de organismos interconectados, con distintos grados de autonomía y que funciona como soporte físico para el desarrollo de los sistemas sociales, articulando las escalas global y local.
Los intentos de conquistar una sostenibilidad en los sistemas urbanos (desde el ámbito social, ecológico, económico, geográfico y cultural) deben avanzar hacia la práctica, y si nos basamos en las teorías de la ecología y de los sistemas vivos, percibimos que no hace falta inventar nuevas comunidades sostenibles, sino moldearlas de acuerdo con las existentes en la naturaleza, obteniendo los parámetros necesarios para la organización, el diagnóstico, la intervención o la evaluación de ecosistemas urbanos.
Esta investigación identifica las principales teorías de los sistemas ecológicos que merecen ser traspasados a los sistemas humanos (urbanos y sociales), sus relaciones y escalas de actuación, definiendo las comunidades de práctica como la escala local de trabajo para la operatividad de la sostenibilidad. Una escala donde la complejidad, las redes de relaciones y la diversidad tienen espacio suficiente para evolucionar e interrelacionarse, desde donde también se reconstruya la práctica de la ciudadanía a través de la producción social del hábitat.