Resumen:
En la última década hemos asistido a un fuerte crecimiento de la matrícula, con un bajo porcentaje de inserción laboral en la realización de proyectos y obras convencionales. Esto nos obliga a reflexionar sobre la figura del arquitecto, para asimilarla a los cambios en el ejercicio profesional, y abrir la mirada hacia nuevas vías de acción en ámbitos que hemos dejado al margen.