Journal de Ciencias Sociales Año 13 Nº 24
ISSN 2362-194X  

Ensayo sobre la memoria colectiva como motivación social del turismo oscuro en la zona de exclusión de Chernobyl, Ucrania

Lucia Bigolin1
Universidad de Palermo

Ensayo

Material original autorizado para su primera publicación en Journal de Ciencias Sociales, Revista Académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo.

Recepción: 13-8-2024

Aceptación a la espera de la asignación de número: 20-10-2024

 

Resumen: El turismo oscuro es una rama del turismo que se dedica a visitar lugares asociados a la muerte y a la tragedia. La memoria colectiva adquiere significado en áreas específicas, marcando identidades en entornos concretos, convirtiéndose así en una parte integral del patrimonio cultural. Su relevancia se manifiesta especialmente en la transformación de zonas antes marcadas por catástrofes convertidas en destinos turísticos. Para ello este ensayo pretende indagar sobre el turismo oscuro que se realiza en la zona de exclusión, ubicada en Ucrania. Punto que logró atraer a más de 100.000 turistas durante el año 2019, superando cinco veces la cantidad de turistas que visitaron el mismo punto en años anteriores. Se buscó comprender este crecimiento desde la perspectiva de la memoria colectiva y la motivación de las personas que eligen ese destino como demanda de turismo planificado. A su vez el objetivo fue establecer cómo el turismo oscuro promueve el desarrollo de la memoria colectiva y la conservación y difusión del patrimonio cultural. Analizando su sistema turístico, su infraestructura, estructura y superestructura, como así también sus atractivos, equipamientos e instalaciones. Los resultados esperados de este trabajo contribuirán a una visión integral sobre el turismo oscuro y se espera lograr una comprensión general sobre el fenómeno del turismo oscuro y su desarrollo en la última década del 2013 al 2023.

Palabras clave: turismo oscuro; patrimonio cultural; memoria colectiva; Chernobyl.

 

Essay on collective memory as a social motivation for dark tourism in the Chernobyl exclusion zone, Ukraine

Abstract: Dark tourism is a branch of tourism that is dedicated to visiting places associated with death and tragedy. Collective memory acquires meaning in specific areas, marking identities in specific environments, thus becoming an integral part of cultural heritage. Its relevance is especially manifested in the transformation of areas previously marked by catastrophes into tourist destinations. To this end, this essay aims to investigate the dark tourism that takes place in the exclusion zone, located in Ukraine. A point that managed to attract more than 100,000 tourists during 2019, exceeding five times the number of tourists who visited this point in previous years. Through this project, we will seek to understand this growth from the perspective of the collective memory and motivation of the people who choose that destination as a demand for planned tourism.At the same time, the objective is to establish how dark tourism promotes the development of collective memory and the conservation and dissemination of cultural heritage. Analyzing its tourist system, its infrastructure, structure and superstructure as well as its attractions, equipment and facilities. The expected results of this work will contribute to a comprehensive vision of dark tourism and it is expected to achieve a general understanding of the phenomenon of dark tourism and its development in the last decade from 2013 to 2023.

Keywords: dark tourism; heritage; collective memory; Chernobyl.

 

1. Introducción

Un evento trágico localizado adquiere relevancia al dejar una huella perdurable en los individuos, estableciendo un vínculo íntimamente ligado a la realidad social circundante. El impacto de la muerte, las catástrofes y las dinámicas sociales se manifiesta no solo en lugares funerarios, sino también en la memoria colectiva y en la identidad tanto del entorno como de sus habitantes. Se difunden a través de narrativas transmitidas oralmente a lo largo de las generaciones, enriqueciéndose con interpretaciones y simbolismos que evolucionan con el tiempo. Estas historias, arraigadas en la memoria colectiva, adquieren significado en áreas específicas, marcando identidades en entornos concretos, convirtiéndose así en una parte integral del patrimonio cultural intangible. Su relevancia se manifiesta especialmente en la transformación de zonas antes marcadas por catástrofes convertidas en destinos turísticos. (Villa Rosendo, s/f).

Sobre estas bases se buscará describir las características del turismo oscuro, su revalorización cultura y la infraestructura turística de la Zona de Exclusión en Chernobyl, Ucrania durante los años 2013 a 2023 para determinar su vinculación con la memoria colectiva y develar la motivación social de este fenómeno en la zona marcada por la catástrofe convertida en destino turístico.

 

2. Revalorización cultural y patrimonio cultural

Según Carrera (2003) la humanidad, en su condición social y cultural, transforma su entorno natural mediante la creación de elementos materiales tangibles, como la arquitectura, sus ciudades y objetos. Estas manifestaciones adquieren significado pleno cuando trascienden su naturaleza física, revelando un valor subyacente que va más allá de su forma concreta. Al mismo tiempo, surgen manifestaciones abstractas e inmateriales que tienen un significado importante en la identidad, la cual está enraizada en el pasado, se manifiesta en el presente y es reinterpretada por las generaciones futuras. Los patrimonios tangibles e intangibles, siendo ambos partes del legado cultural de cada comunidad, tienen una interacción dialéctica. A su vez, estos aspectos son el producto histórico de interacciones sociales que otorgan un sentimiento de pertenencia e identidad a la sociedad de origen (ICOMOS). El patrimonio intangible permea todos los aspectos de la vida humana y se refleja en los bienes que componen el patrimonio cultural, como monumentos, objetos, paisajes y sitios. Estos elementos, frutos de la creatividad humana y manifestaciones culturales, se heredan, se transmiten, se transforman y se enriquecen de individuo a individuo y de generación en generación (DGP, Buenos Aires en Carrera, 2003).

El patrimonio cultural es definido como “un conjunto determinado de bienes tangibles, intangibles y naturales que forman parte de prácticas sociales, a los que se les atribuyen valores a ser transmitidos, y luego resignificados, de una época a otra, o de una generación a las siguientes”.

 

3. Memoria Colectiva

La memoria posee una configuración narrativa, lo que implica que se fundamenta en relatos que representan formas de discurso y maneras de ordenar experiencias dotadas de significado cultural. En otras palabras, la memoria se construye a través de narraciones que organizan las experiencias de una manera culturalmente significativa. Esto implica que la memoria no es simplemente un registro objetivo de hechos, sino que está influenciada por la cultura y las interpretaciones subjetivas, lo que le otorga significado a la vida y permite la comunicación de experiencias significativas a otros (Garcia, 2005). Como tal se ha producido precisamente para ser transmitido y reproducido a generaciones sucesivas (Páez et. al, 1992), producida, conservada, elaborada y transmitida a través de la interacción entre sus miembros como huellas del pasado (Jedlowski, 2000).

En este sentido, la memoria colectiva como la memoria de los miembros de un grupo, es definida por sus intereses y marco de referencias presentes. Estos marcos referenciales la transforman en normativa dado que intervienen en la memoria asegurando la identidad, la naturaleza y el valor de un grupo. Es decir, no sólo se transmiten y reproducen, sino que además influyen sobre los comportamientos prescriptivos del grupo (Halbwachs, 2004). Por tanto, la concepción de la memoria colectiva como la imagen colectivamente creada y compartida sobre un hecho histórico sigue vigente en la actualidad (Páez et. al., 1992; Schuman y Scott, 1989).

Asimismo, Halbwachs (2004) amplía el concepto de memoria colectiva, y adiciona el concepto de memoria social, refiriéndose a las corrientes de pensamiento, que existen sin el apoyo de un grupo. En este aspecto, clasifica la memoria social en dos: en primer lugar, discrimina las transmisiones orales como aquellos restos de memorias colectivas, que subsisten como residuos, bajo la forma de transmisiones orales; tales como cuentos, rumores, canciones populares, etc. En segundo lugar, separa la memoria material que evoca a aquellos restos de antiguos materiales; como viejos caminos, calvarios, restos arquitectónicos, etc. O antiguas costumbres como la hospitalidad campesina en un contexto urbano, por ejemplo. En este sentido, objetos, olores, símbolos y canciones pueden ser algunos de esos factores que conforman la memoria colectiva. El historiador francés Nora (2008), quien se encargó de teorizar sobre los lieux de mémoire y dió continuidad a las tesis de Halbwachs en lo relativo a la diferenciación de la historia y la memoria como sujetos de estudio, afirma que pueden ser asociadas a un lugar geográfico (Colomines i Companys y Villarroya i Font, 2007; Cassassas Ymbert, 2008; Núñez Díaz-Balart, 2011).

Así es que resulta indefectible vincular lugares geográficos que han atravesado situaciones de desastre con la memoria colectiva. En última instancia, los sitios de memoria se asemejan a la memoria misma, siendo elementos dinámicos que participan en diversos procesos que moldean su propia identidad, sobre los cuales se desarrollan numerosas dinámicas sociales y culturales. Entre estas dinámicas, destacamos aquí cómo la actividad turística actúa como un mecanismo de conexión entre el sitio en sí y los diversos actores que operan en su entorno. Ya sea a nivel institucional, asociativo o individual, existen agentes de memoria (Jelin y Langland, 2003) que promueven con sus acciones la construcción y el desarrollo de los sitios de memoria que posteriormente serán objeto de consumo turístico. (González Vázquez y Mundet i Cerdan, 2018).

 

4. Motivación turística en relación al turismo oscuro

Cada acto de voluntad incluye una motivación y un fin según Castro (1977, en Sancho 1998). Sin embargo, como no hay dos individuos iguales, sus decisiones dependen de sus actitudes, que reflejan valoraciones positivas o negativas sobre algo, sus percepciones, que son las impresiones mentales del entorno, sus personalidades, que son una combinación de características psicológicas que incluyen gustos, preferencias, etc., y sus experiencias previas, ya que casi todo el comportamiento humano se aprende. Estos aspectos forman juicios subjetivos por parte de los consumidores, que influyen en el proceso de toma de decisiones según Sancho (1998).

La motivación para viajar está vinculado a un estímulo inicial que comienza con un proceso de toma de decisiones. Según Maslow (1991), estas motivaciones están determinadas por una serie de necesidades que afectan a todos los individuos y están dispuestas jerárquicamente en un orden de preferencia para ser satisfechas. Este orden jerárquico de necesidades es el siguiente. En primer lugar, las necesidades fisiológicas, como hambre, frío, sed, etc. En segundo lugar, la seguridad, que incluye la necesidad de estar libre del miedo y de la ansiedad. En tercer lugar, el amor, que abarca el afecto y el dar y recibir amor. En cuarto lugar, la estima, que implica la estima por uno mismo y por los demás. Y en quinto y último lugar, la autorrealización, que representa el nivel más alto en la jerarquía y se relaciona con sentirse completo. Según esta teoría, cuando las necesidades más básicas se satisfacen, dejan de tener importancia para el individuo, y aparecen nuevas motivaciones en su conducta según las necesidades encuadradas en el siguiente nivel de la jerarquía. (Sancho, 1998).

Una vez resueltas las motivaciones básicas aparecen otras como, por ejemplo, la motivación de viajar. Para Cooper (1993) la motivación en el contexto del acto de viajar se manifiesta a través de las siguientes ideas. El acto de viajar responde inicialmente a la existencia de necesidades que representan el impulso de la acción. La motivación tiene sus raíces en factores sociales y psicológicos. Y en actitudes tales como las percepciones, la cultura, etc., dando lugar a formas individuales de motivación. En ese momento la imagen, orgánica e inducida, es esencial para la motivación y afecta al tipo de viaje que será elegido (Sancho, 1998).

Por su parte Durkin (2003) explica que, mientras la sociedad contemporánea excluye y aísla la cuestión de la muerte, este propio aislamiento genera un deseo de cierto grado de información y comprensión sobre ella. Además, sugiere que la presencia de temas relacionados con la muerte en la cultura popular y el tratamiento de la mortalidad como un producto de entretenimiento es una forma de reintroducir esta cuestión inevitable en la conciencia social (Alonso et al., 2022).

Aunque la motivación del turismo oscuro es un tema bien establecido y ampliamente debatido en los estudios turísticos, la investigación sobre el turismo oscuro y el tanaturismo tardó en abordar porqué las personas visitan lugares asociados con la muerte. Los primeros debates fueron principalmente especulativos. Lennon y Foley (2007) argumentan que las visitas a lugares oscuros se realizaban para recordar, educar o entretener.

Alonso et. al. (2022) coinciden con Jorge Expósito y Schiemann (2020) en tanto contempla que el turismo oscuro despierta emociones que las personas desean experimentar para liberarse de ellas. Este fenómeno se conoce como catarsis, que tiene su origen en la tragedia y describe el proceso de experimentar tristeza y sufrimiento para purificarse de estas emociones. Para muchas personas, el turismo oscuro ofrece la oportunidad de conectarse con la historia y la cultura humana a través de sitios turísticos oscuros, permitiéndoles tomarse el tiempo para reflexionar y vivir la historia.). Seaton (1996) argumentó que los motivos del tanaturismo eran más específicamente el encuentro y el compromiso con la muerte, pero que estos motivos podrían variar considerablemente en intensidad. Estudios más recientes han señalado que los turistas visitan un lugar para verificar de primera mano que los eventos realmente ocurrieron. Al tiempo que, según Van Broeck y López López (2018), las personas se motivan por la curiosidad de descubrir la realidad detrás de las imágenes difundidas en los medios de comunicación.

Otros estudios propusieron motivos similares por los que los turistas visitaban lugares de muerte y sufrimiento, pero rara vez se basaban en investigaciones empíricas con visitantes.

 

5. Sistema turístico

La Teoría General de Sistemas (GST, por sus siglas en inglés) que impulsó Von Bertalanffy (1969) se caracteriza por una perspectiva holística e integradora, donde las relaciones y las cantidades resultantes son importantes. Como práctica, la GST proporciona un ambiente apropiado para el intercambio y la comunicación fructífera entre profesionales y disciplinas. Esto se puede dividir en dos conjuntos principales de estrategias para la investigación de sistemas generales. En primer lugar, la investigación pretende centrarse en la relación entre el todo del sistema y sus partes o elementos, distinguirlos conceptualmente y revisar la perspectiva del sistema. Aquí, la cualidad esencial de un sistema está dada por la interdependencia de sus partes constituyentes y el orden subyacente a esta interdependencia. Y, en segundo lugar, consideramos perspectivas de sistemas en las que las distinciones conceptuales se centran en procesos límite del sistema o entorno. Sin embargo, el énfasis está en los flujos de entrada y salida que establecen la relación entre el sistema y su entorno. Sin duda, ambos enfoques se complementan (Arnold y Osorio, 1998)

La GST asume que la creciente complejidad de la sociedad moderna es una realidad inevitable y desafía el pensamiento clásico sobre la sociedad a través del análisis de sus interacciones con su entorno interno y externo. Incluye la temporalidad, la contingencia y el caos como elementos clave de su teoría, en contraposición a la tendencia natural hacia el equilibrio (Guerrero Gonzales y Ramos Mendoza, 2014).

La GST abrió una nueva perspectiva conceptual sobre el turismo, y brinda la oportunidad de entenderlo como un conjunto de elementos interdependientes, combinando un mayor número de vínculos vinculados en su dinámica, más allá de la mera relación de oferta. demanda dictada por el mercado. Se consideran modelos de sistemas aquellos que buscan representar los elementos que forman parte de un sistema turístico, sus interrelaciones y sus relaciones con el entorno externo. Buena parte de los modelos de sistemas están formados por conjuntos de elementos relacionados con los servicios turísticos. Algunos casos también incluyen factores del lado de la demanda y llaman la atención sobre la relación entre oferta y demanda (Oliveira Santos, 2005)

En este sentido, el sistema turístico está integrado por componentes. El suprasistema o supersistema es la referencia o marco mayor y está representado por los factores y características externas que dan forma a la realidad. Es el universo o ambiente del sistema o el sistema que integra a los sistemas menores desde el punto de vista de pertenencia, por ejemplo, globalización, sociedad, computadoras.

En otro nivel se encuentra el Sistema, es el objeto o tema realmente de estudio y donde se forma la integración del universo hacia todos los demás elementos.

En un nivel inferior se encuentran los subsistemas existentes dentro de otro más grande, y a la vez pueden formar parte del supersistema o suprasistema. Cada uno de los modelos es una entidad autónoma y en sus elementos hay conectividad e integran al propio sistema, por ejemplo, un sistema de archivo o de información. Por último, se encuentran las entradas y salidas. Son aquellas fuentes y respuestas de información, energía y recursos para ejecutar las acciones pertinentes. Estos niveles de información colaboran a integrar el proceso de toma de decisiones oportunas y correctas por parte de quien dirige una unidad o sector, porque permite conocer las operaciones y actividades de una entidad y su relación con otras entidades que lo componen; así como también, con su medio ambiente que lo rodea. Y, en segunda instancia, considerando el contexto interior y exterior de todos y cada uno de estos sistemas, pueden a su vez integrarse para llegar a un mismo objetivo y conocimiento o creación de varios campos de especialización para poder ser mejor entendidos y gestionados, lo que hace que todo se traduzca en beneficio de todo el mismo entorno (Guerrero Gonzales y Ramos Mendoza, 2014).

Molina (1986), pionero en investigaciones sobre turismo en México, describe el enfoque sistémico y describe los niveles de subsistemas interrelacionados. Según esta perspectiva, estos subsistemas incluyen la superestructura, compuesta por organizaciones del sector público y privado, leyes, reglamentos, planes y programas; la demanda, constituida por los turistas residentes en el país y en el extranjero; la infraestructura, que abarca aeropuertos, carreteras, redes de agua potable, drenaje, teléfono, entre otros servicios; los atractivos naturales y culturales, que comprenden elementos del ecosistema, tradiciones y costumbres de las poblaciones receptoras; el equipamiento e instalaciones, que incluyen hoteles, moteles, campings, tráiler parks, restaurantes, cafeterías, agencias de viajes, albercas y canchas de tenis; y la comunidad receptora, referida a los residentes locales
ligados directa e indirectamente con el turismo (Ibáñez Pérez, Cabrera Villa, 2011).

Figura 1. Suprasistema- Sistema Turístico – Subsistemas.

Fuente: elaboración propia a base de Molina (1986)

 

6. Programa turístico y clasificación

Chan (2011) define un programa turístico como un producto o servicio dirigido al turista, diseñado para satisfacer sus necesidades y motivaciones, ya sea como turista o excursionista. Este programa se compone típicamente de un circuito o recorrido por un sitio o destino específico, junto con un itinerario que detalla las prestaciones incluidas. La expresión de un programa turístico puede variar dependiendo de su función y características.

El autor advierte una clasificación amplia dentro de los Programas turísticos. La definición clásica, un paquete turístico, aglutina un conjunto de servicios prestados sobre la base de un itinerario organizado previamente, adquirido en forma de bloque a un precio único y global. Este conjunto de servicios incluye elementos como alojamiento, transporte de aproximación, gastronomía, recreación, circuitos turísticos, programación y cotización, visitas guiadas, transporte local, lugares de diversión, prácticas deportivas, entre otros. Cada programa de paquete turístico se caracteriza por involucrar servicios intermedios o de base, lo que lo convierte en un conjunto integral de experiencias para el turista.

Los paquetes turísticos se clasifican en seis diferentes tipos según su organización, modalidad de viaje y temática. En primer lugar, se encuentran los programas estándar, los cuales se ajustan a modelos únicos concebidos para el consumo masivo. Estos programas suelen ser un conjunto variado de atractivos diseñados para satisfacer a un amplio espectro de consumidores, ya sean grupos preformados o individuales. Por otro lado, los programas especiales son aquellos elaborados según la solicitud del cliente, tomando en cuenta sus preferencias y necesidades particulares. En este tipo de programas, tanto el programador como el cliente participan en su elaboración, y el programador se encarga de adaptar la oferta a los requerimientos del cliente.

En cuanto a la modalidad de viajes, existen dos categorías principales. Los viajes itinerantes son aquellos en los que el circuito e itinerario incluye pernoctaciones en varios destinos sucesivos, como, por ejemplo, pernoctar una noche en una ciudad y la siguiente en otra localidad. Por otro lado, los viajes de estancia son aquellos en los cuales las pernoctaciones se realizan siempre en la misma localidad, con excursiones a puntos cercanos, pero sin grandes desplazamientos prolongados.

En términos de temática, los paquetes turísticos se dividen en temática general y temática específica. Los paquetes de temática general no abordan un tema determinado como único marco de referencia, sino que incluyen diferentes aspectos relacionados con el centro o destino, proporcionando una visión global o panorámica del lugar. En contraste, los paquetes de temática específica se centran en un tema único e incorporan sólo los atractivos relacionados directamente con ese tema, como visitas históricas, arquitectónicas o de aventura.

Los programas turísticos se dividen principalmente en dos tipos: programas locales y programas regionales. Los programas locales (comúnmente conocidos como excursiones) consisten en circuitos que se desarrollan dentro de los límites de un centro o localidad turística. Se considera centro turístico al espacio urbano donde se encuentran los servicios, los atractivos y el área rural inmediata donde pueden ubicarse atractivos operados desde el centro. La extensión de este espacio se determina trazando un radio de influencia a partir del ejido urbano, equivalente a la distancia que se recorre por los caminos existentes en un lapso de dos horas en viaje de ida. La duración de estos programas varía entre medio día y un día completo, dependiendo de la magnitud del centro y la diversidad de atractivos a visitar. En el caso de medio día, el recorrido suele durar de 2 a 3 horas en promedio, mientras que, para el día completo, el promedio es de 7 a 8 horas de recorrido total, incluyendo el viaje de ida y vuelta al centro distribuidor. Los atractivos visitados pueden ser de sitio, como museos, templos y monumentos, o de eventos, como ferias y fiestas. Por otro lado, los programas regionales, también conocidos como tours, se definen como viajes pre arreglados a uno o más destinos turísticos con regreso al punto de partida, cuya duración supera las veinticuatro horas. Estos programas no tienen límites prefijados en cuanto a su extensión espacial. Su duración se mide por la cantidad de noches que se pasa en establecimientos de alojamiento, con un mínimo de una noche. El traslado entre destinos puede realizarse en bus, tren, avión o barco, ya sea fluvial o marítimo.

En cuanto a su operación, los paquetes turísticos se pueden clasificar en dos tipos. El primero es el paquete regular, el cual sigue un calendario preestablecido y tiene salidas fijadas de antemano, generalmente organizadas por temporada. Por otro lado, el paquete eventual es aquel cuya salida o inicio del viaje está sujeto a la voluntad del cliente y no a un calendario preconcebido.

Los paquetes turísticos pueden estar dirigidos a diferentes tipos de usuarios, lo que influye en su operación. Por un lado, los paquetes para grupos requieren la formación previa de un grupo con un número mínimo de pasajeros, establecido según los criterios de la empresa operadora o la capacidad de los servicios incluidos. Por otro lado, los paquetes para individuales se operan vendiendo plazas de manera individual, sin necesidad de conformar un grupo para realizar la salida.

 

7. Accidente nuclear y apertura al turismo

El desastre nuclear al que refiere este trabajo ocurrió el 26 de abril de 1986 en la planta nuclear de Chernobyl, situada en la entonces República Socialista Soviética de Ucrania. Durante una prueba de seguridad en el reactor número cuatro, una serie de errores humanos y decisiones desafortunadas desencadenaron una explosión y un incendio de gran magnitud. Como consecuencia, se liberó una importante cantidad de radiación a la atmósfera, contaminando una extensa área alrededor de la planta y causando graves daños a la salud humana y al medio ambiente por generaciones. Su impacto significativo a nivel global, quedó grabado en la memoria colectiva como uno de los mayores desastres nucleares ocurridos.

Sin embargo, algunas personas buscan acercarse a esta zona que puede resultar aterradora - debido a la contaminación que persiste tras la explosión-  y esta situación no representa un obstáculo importante, ya que buscan explorar la historia y comprender los impactos ambientales derivados de este suceso, además de saciar el interés de conocer una zona donde hubo una tragedia. Chernobyl era la localidad más cercana al sitio nuclear, lo que la vincula directamente con el accidente. Aunque comúnmente se confunde a Chernobyl como la zona más afectada, esta percepción es incorrecta. La ciudad más impactada por la contaminación radiactiva fue Pripyat, ciudad construida para que los trabajadores y su familia pudieran vivir cerca de la planta. La posteriormente denominada zona de exclusión es el área que debió ser desalojada tras el accidente, abarca aproximadamente 2.600 km. de territorio en los actuales Estados de: Ucrania, Bielorrusia y la Federación de Rusia.

Para la posibilidad de desarrollo turístico se presenta fuertemente la importancia de la superestructura, la cual en 2011 permitió la apertura de un programa de visitas oficiales, incluyendo ya desde el mismo año un control estricto y fuertes medidas de seguridad que permiten la entrada de manera segura (Mensajero, 2011). En la actualidad se requiere un permiso especial para ingresar y se encuentra cercada por rejas y puestos de control, con una fuerte presencia de seguridad militar que supervisa la entrada y salida.

A lo largo de los años, diversos disparadores fueron los que impulsaron el turismo de la zona de exclusión, siendo los medios audiovisuales el gran empuje para contribuir a esta causa. La representación que el desastre nuclear ha tenido a lo largo de la historia es signo de su importancia social y cultural (Acosta et al., 2018). Stone (2013) indica que fue importante la influencia de Andes Tarkovsky quien realizó la aclamada película “Stalker”, en la cual “un guía turístico profesional -el stalker- lleva a dos turistas a un viaje espiritual a una zona prohibida que contiene una sala en la cual un deseo se puede hacer realidad” (p. 6), también destaca la película “Chernobyl diaries” y a videojuegos como la saga “S.T.A.L.K.E.R” como piezas fundamentales para que Chernobyl se introduzca en la cultura popular y para que, en consecuencia, crezca el turismo, legal e ilegal, en la zona.

Esto se vio profundizado a partir de que la plataforma HBO lanzara la miniserie “Chernobyl” (2019) que relata los hechos de la tragedia, esto desembocó en un aumento del 40% del turismo en Chernobyl, superando en 2019 los 100.000 visitantes, siendo que en 2015 solo 8.000 personas visitaban la zona, según lo indicado por la Agencia Estatal Ucraniana para la Gestión de la Zona de Exclusión2.

El aumento de demanda impulsó la creación, ampliación y la manutención de la actividad turística de la zona.

 

8. Revalorización histórico cultural y memoria colectiva en la zona de exclusión

Eventos significativos fueron configurándose, apropiándose y acumulándose en la historia, lo que hace que la historia de una nación sea individual y única. Por ello es imposible separar la historia de la cultura. Conocer todos estos eventos o estructuras permite comprender hasta dónde ha llegado y a dónde aspira llegar el ser humano. Esta conexión hace que el turismo sea una de las industrias más respaldadas y vinculadas con el contenido y la forma de la historia, lo que facilita la conservación de este tipo de recursos y, por ende, su preservación en el futuro. Además, esto crea productos turísticos atractivos para el visitante (Guerrero Gonzales y Ramos Mendoza, 2014)

Cómo se ha desarrollado anteriormente la revalorización histórica y cultural está íntimamente ligada a la memoria colectiva.  Infinidad de reseñas, testimonios y videos dan cuenta de los elementos materiales tangibles e intangibles revelando su valor subyacente. Tanto en los vestigios que resguarda la ciudad de Pripyat, en los objetos y en su arquitectura, se atesora la identidad de un pasado enraizado que se manifiesta en el presente y es reinterpretado por las generaciones de sus ciudadanos. Los más de 200 auto-colonos que regresaron a su tierra así lo manifiestan. Dando cuenta de esta interacción dialéctica entre el patrimonio tangible y el intangible. Para esta población envejecida y aislada del resto del país, la vida no es fácil, deben cultivar su propia comida y hacer su propio vodka. Sus relatos permiten revelar las interacciones sociales que conforman y otorgan ese sentimiento de pertenencia e identidad. Tal como lo describe María una de las lugareñas:

Esta casa de campo envuelta de un jardín era mi hogar. Y me negué a abandonarlo. No se nos permitía regresar, pero yo seguí a mi madre”. Ella tenía 88 años en aquel entonces. Y ella decía: “Iré, iré. Yo simplemente la seguí. Ahora todos somos muy viejos. Y tomamos cada día como viene. Me siento llena de vida cuando mis hijos vienen a visitarme desde Kiev. De lo contrario, no es tan interesante vivir aquí. Pero, sabes, esta es nuestra tierra, nuestra patria. Es insustituible” (tomado de Gill, 2019).

 A la hora de realizar turismo oscuro dentro de la zona de exclusión, muchos de los auto-colonos están dispuestos a compartir sus narraciones a cambio de productos que se encuentren fuera de la zona, los cuales muchas veces se les dificulta obtener. De esta manera hay un beneficio tanto para la demanda, que accede a la memoria colectiva y al patrimonio intangible, y para la comunidad receptora que obtiene estos productos. Esta forma de interacción personal genera efectos positivos y juega un papel fundamental en la configuración del entorno social en el ámbito turístico (Alonso González, 2009). Los relatos y discursos, que forman parte de la memoria colectiva y en este caso son las experiencias de los guías, fomentan la memoria y su construcción, contribuyendo a la significación y recuerdo de la experiencia. Las interacciones entre turistas y anfitriones son altamente valoradas (Alonso González, 2009).

Tal como la revalorización cultural e histórica, la memoria colectiva se nutre de experiencias como parte del proceso psicológico básico. La forma en que los lugareños y los científicos que trabajan actualmente en el lugar dotan de significado cultural esos discursos y experiencias, claramente influenciadas por la cultura y sus interpretaciones subjetivas, pero que definitivamente son transmitidas a sus generaciones sucesivas y a turistas y que ayudan a no olvidar las huellas del pasado. La gran cantidad de científicos que despliegan sus trabajos en la zona de exclusión dan cuenta de ello. Los interesados no son sólo lugareños y ciudadanos ucranianos. Diversas organizaciones a nivel internacional demuestran su interés científico, cultural, histórico, natural y ambiental.  Por eso hablamos de memoria colectiva ya que está definida por intereses y marcos de referencias presentes que se transforman en normativa y que se encuentran ligados elementos materiales tangibles. Al tiempo qué reivindican el carácter social de la memoria colectiva conformada en este caso por la memoria social y material y por la toma de conciencia de compartir los sucesos del pasado. En este sentido la memoria colectiva cumple la función social y normativa y evidencia la teoría de la identidad social expresa que los sujetos se definen según categorías mediante comparaciones sociales ventajosas que los convocan a unirse en pos de un objetivo e intereses comunes.

  

9. La memoria colectiva como motivación social del turismo oscuro en la zona de exclusión

Al revisar el sistema turístico propuesto por Molina (1986), y aplicarlo a la zona de exclusión, observamos que hay una limitación de infraestructura, equipamiento e instalaciones. Dentro de la zona de exclusión solo tenemos un hotel, el hotel Desyatka, abierto en 2013, ubicado en Chernobyl a 10 km. de la planta nuclear. “Es un hotel modesto, las habitaciones son modestas, no hay aire acondicionado, hay un modesto ventilador, un pequeño armario, no hay baño” (Castro, 2019, 0m29s).

Si bien los servicios del hotel son precarios observamos que “El hotel también tiene su propia cafetería llamada Café 10, donde se puede probar comida ucraniana. Su manager Serger Leonidovitch comenta que los clientes son variados, desde turistas a trabajadores de la zona quienes incluso van a celebrar festividades o eventos. Una empleada destaca su importancia debido a la necesidad de los turistas de alimentarse y descansar (Documentaries Remarkable, 2022, 6m3s).

En relación con la infraestructura, se observa que el aeropuerto más cercano se encuentra a 137 km. de distancia, lo que limita el acceso de los turistas, quienes se ven obligados a depender del servicio de transporte ofrecido por las agencias turísticas, el cual suele tener horarios restringidos a una sola ida y vuelta diaria a Chernobyl, o alquilar un auto. Esta limitación de infraestructura, equipamiento e instalaciones permite la apreciación de la memoria material remanente (Páez et al, 1992) y la reflexión nostálgica sobre un pasado que forma parte integral de la experiencia holística previamente mencionada (Villa Rosendo, s/f), la cual puede experimentarse a través del turismo oscuro.

La oferta turística está íntimamente ligada a los vestigios de lo que solía ser la zona antes de la catástrofe. Se observa cómo el turismo se enfoca en establecer una conexión con la historia y cómo esta conexión se ha mantenido en la memoria colectiva (Frausto Martínez, 2017). A la hora de observar los atractivos se reconoce la presencia de vestigios que son objeto de narrativas históricas que contribuyen a la construcción de la memoria colectiva sobre los acontecimientos pasados (Guerrero González y Ramos Mendoza, 2014).

 De esta manera se permite la apreciación de la memoria material remanente (Páez et al., 1992) y la reflexión nostálgica sobre un pasado que forma parte integral de la experiencia holística previamente mencionada (Villa Rosendo, s/f), la cual puede experimentarse a través del turismo oscuro.

Es así que surge la actividad turística como un mecanismo de conexión entre los diversos actores que operan en el entorno y quienes se acercan, ya sea de manera institucional asociativa o individual, todos ellos promueven con sus acciones la construcción y el desarrollo de los sitios de memoria. Podemos tomar como ejemplo el Memorial de Chernobyl que menciona con carteles los nombres de las comunidades abandonadas en Pripyat como símbolo de su desaparición.

El acto de viajar surge inicialmente por la presencia de necesidades que generan un impulso a la acción, y que la motivación tiene sus fundamentos en factores sociales y psicológicos, como las percepciones y la cultura. Se han revisado los aspectos relacionados con la cultura local y la apreciación histórica.

 

10. Motivaciones turísticas en la zona de exclusión

En línea con la teoría, se verifica que los temas relacionados con la cultura popular, la muerte o el tratamiento de la mortalidad, son percibidos como formas de entretenimiento atractivas. Asimismo, la oferta de nuevas experiencias y un alto nivel de actividad en el destino turístico se resaltan como aspectos sobresalientes. Los turistas en la zona tienen la oportunidad de experimentar emociones intensas que describen como impactantes, permitiéndoles reflexionar y vivir la historia en primera persona. La infraestructura del lugar despierta una mezcla de emociones que incluyen euforia, nerviosismo, emoción, incertidumbre y adrenalina en todo momento. Los viajeros describen la experiencia como increíble pero extraña y espeluznante, donde se entrelazan diversas sensaciones, percepciones e interpretaciones subjetivas. Al relatar sus experiencias, los turistas mencionan la sensación de desgracia, registran la desinformación y el engaño por parte de las autoridades hacia los ciudadanos, y además demuestran empatía por los sentimientos de desarraigo, exilio, discriminación, rechazo y marginación a los que fueron sometidos los ciudadanos evacuados de la zona de exclusión. Por otra parte, cuentan con tristeza episodios de saqueos posteriores en los lugares deshabitados, lo que resulta en una experiencia vívida de los acontecimientos históricos relatados por sobrevivientes durante los tours. A la hora de revisar reseñas de CHERNOBYL TOUR, tour organizado y operado por la agencia Chernobyl Tours, una de las principales agencias que operan en la zona de exclusión, se encuentran distintas motivaciones turísticas en los viajeros.

Se observa que la zona de exclusión se configura como turismo oscuro que permite a los turistas satisfacer la necesidad de conectarse con la historia de la humanidad (Plog, 1974) en el usuario MattG313, quien comenta en su reseña del tour:

...No sólo aprendimos sobre el desastre, sino que habló mucho sobre la historia de Ucrania y la URSS, lo que puso este desastre en una nueva perspectiva para nosotros. Este tour no fue sobre ruina y desastre; fue una historia sobre la tragedia de los errores humanos y las acciones posteriores que afectaron la vida de las personas. Es importante señalar el heroísmo de los trabajadores que trabajaron contra una energía que no se podía sentir, oler, tocar ni ver para evitar que el desastre fuera mucho peor de lo que ya era. (2016)

 

Por otro lado, el usuario 398MarcoS comenta en Tripadvisor (2019): "No se puede hablar de disfrute en un tour así. Fue realmente bastante deprimente. Regresé con emociones muy poderosas y esa es quizás la verdadera medida del éxito del viaje".

Se nota que existe una motivación turística relacionada a las emociones, como argumentaban Alonso et al. (2022) o Expósito y Schiemann (2020).

En definitiva, cuando las personas viajan es por alguna razón, lo que implica que existe un motivo o causa y que se busca alcanzar un objetivo específico. Cada acto de voluntad incluye una motivación y un fin según el autor Castro (1977). Sin embargo, como no hay dos individuos iguales, sus decisiones dependen de sus actitudes, que reflejan valoraciones positivas o negativas sobre algo, sus percepciones, que son las impresiones mentales del entorno, sus personalidades, que son una combinación de características psicológicas que incluyen gustos, preferencias, etc., y sus experiencias previas, ya que casi todo el comportamiento humano se aprende.

 

11. Conclusión

Al examinar el turismo oscuro en Chernobyl y la zona de exclusión, se observó que este fenómeno impacta en la memoria colectiva de manera compleja al revisar el significado histórico de los eventos y permitir a los turistas reflexionar sobre temas relacionados con la muerte y el desastre. A su vez esta memoria colectiva es difundida y conservada.

Al analizar la oferta turística en la zona se observa que las actividades para realizar permiten a los turistas acercarse a los eventos al interactuar con los restos de la zona y al informarse sobre cómo y por qué ocurrió el accidente, así como sus consecuencias, reconociendo la seriedad de estos sucesos. Esto está estrechamente ligado a la oportunidad de estar en contacto con personas que fueron protagonistas y vivieron los eventos, colaborando a que los visitantes se conecten con la historia y reflexionen sobre el suceso. Además, promueve que los turistas se acerquen de forma empática y comprometida a escuchar y ayudar a los habitantes. Los sobrevivientes y residentes participan activamente de la oferta dado que además de contribuir al significado cultural, suman un espacio para expresarse y relatar de qué manera, el accidente, marcó sus vidas.

Se observa que dentro de la oferta turística hay un enfoque holístico e integral, que considera tanto aspectos históricos como científicos al abordar el tema de la radiación y sus efectos en la salud pero que no se descuidan aspectos más sensibles relacionados con las emociones tales como la reflexión, la angustia, la tristeza, la incertidumbre y otras como se evidenció en las reseñas seleccionadas.

A la hora de analizar la importancia del patrimonio cultural, tangible e intangible, se promueve la posibilidad de que la zona de exclusión pueda ser reconocida formalmente por la UNESCO como un patrimonio cultural, ya que muestra aspectos culturales e históricos de la humanidad que requieren conservación. Esto a su vez promueve al turismo oscuro, el cual depende de la preservación de estos bienes tangibles e intangibles.

Este caso ilustra la influencia que el turismo oscuro puede tener en los turistas que eligen esta modalidad, que no solo les permite conectar con la historia y experimentar diversas emociones sino también experimentar en primera persona e interactuar con el sitio y sus elementos constituyentes.

Además, los sistemas turísticos oscuros pueden conducir a un desarrollo económico y social debido a que generan nuevos puestos de empleo y brindan la oportunidad a personas que han vivido experiencias traumáticas a participar en la narrativa de los hechos.


 

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Otros documentos consultados

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1 Lic. en Humanidades y Ciencias Sociales con orientación en Turismo, Universidad de Palermo, Argentina. Correo electrónico: Luuaguus@gmail.com

 

2 Para más información, consultar: https://www.facebook.com/share/PTpGbs1XzRiyTFX7/?mibextid=CTbP7E

 

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