Journal de Ciencias Sociales Año 8 N° 15
ISSN 2362-194X  

Condiciones asociadas y participación juvenil: una aproximación a la configuración de capacidades colectivas en jóvenes entre 15 y 21 años de los distritos de Moquegua y Torata en la provincia de Mariscal Nieto - Perú1

Renzo Fernandez Escobar2

Instituto de Desarrollo Humano de América Latina
Pontificia Universidad Católica del Perú

Artículo científico

Material original autorizado para su primera publicación en el Journal de Ciencias Sociales, Revista Académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo.

Recepción: 9-10-2019

Aceptación: 13 -10-2020

 

Resumen: Este artículo analiza cómo factores sociales e institucionales configuran la formación de capacidades colectivas de acuerdo a condiciones sociales, familiares y escolares en las que se desenvuelven los jóvenes que participan en espacios colectivos de los distritos de Moquegua y Torata, en la provincia de Mariscal Nieto, en Moquegua. En dicha medida, discute de qué forma las condiciones asociadas a la participación de los jóvenes, ya sean sociales, familiares, personales o escolares, potencian o limitan su desarrollo en espacios colectivos y el rol que asumen dentro de dichos espacios. Para el desarrollo de la investigación se optó por un diseño metodológico cualitativo, en el cual se seleccionó a la población objetivo respondiendo a criterios de carácter intencional, obteniendo una muestra de 19 jóvenes entrevistados. Como resultados del artículo, sostengo que las condiciones sociales y escolares constituyen un mecanismo que potencia la participación de jóvenes del ámbito urbano en espacios colectivos; no obstante, para el caso de los jóvenes del ámbito rural, las condiciones familiares y sociales representan medios que limitan su participación y, en consecuencia, el rol que desempeñan frente a sus pares. Sin perjuicio de ello, se halló que la migración del ámbito rural al urbano constituye, para los jóvenes rurales, una alternativa mediante la cual amplían la gama de espacios en los que participar, modificando también la posibilidad de asumir roles que inicialmente no concebían como alcanzables. A partir de ello, propongo elementos a considerar para futuras políticas de intervención, del ámbito público y privado, que tengan como población objetivo los jóvenes.

Palabras clave: jóvenes; capacidades colectivas; condiciones asociadas; participación.

 

Youth participation and associated conditions: an approach to collective capabilities configuration in young people between 15 and 21 years old from the Moquegua and Torata districts in the province of Mariscal Nieto

Abstract: This article analyzes how social and institutional factors shape the configuration of collective capabilities, according to the social, family and school conditions in which young people who participate in collective spaces in the Moquegua and Torata districts, in the province of Mariscal Nieto, Moquegua. Therefore, discuss how the conditions associated with the participation of young people, whether they are social, familiar, personal or school, enhance or limit their development in collective spaces and the role they assume within these spaces. For the development of the research, a qualitative methodological design was chosen, in which the target population was selected in response to intentional criteria, obtaining a sample of 19 young people interviewed. Consequently, I maintain that the social and school conditions constitute a mechanism that enhances the participation of urban youth in collective spaces; however, in the case of rural youth, family and social conditions represent means that limit their participation and, consequently, the role they play in front of their equals. Moreover, it was found that the migration from rural to urban is, for rural youth, an alternative through which they expand the range of spaces in which to participate, also modifying the possibility of assuming roles that they initially did not conceive as attainable. Based on this, I propose guidelines to be considered for future public and private intervention policies, which target population is young people.

Keywords: youth; collective capabilities; associated conditions; participation. 

 

1. Introducción

La presente investigación abordará el proceso de configuración de capacidades colectivas en jóvenes entre 15 y 21 años que se involucran en diversos espacios de participación y desempeñan roles según su posición en dichos espacios. En tal sentido, se optó por comparar jóvenes del ámbito urbano y el ámbito rural con el objetivo de detallar las condiciones asociadas a la participación, así como la forma en que estas modifican el desarrollo potencial de capacidades colectivas en los jóvenes según el entorno en el que se desarrollan.

Según lo descrito, el artículo toma como punto de partida teórico el enfoque de capacidades de Amartya Sen (1985, 1987, 1993, 1999). Este se caracteriza por centrarse en la libertad sustantiva de los individuos y su autonomía para la acción, considerando factores tanto del entorno como las características personales, y en lo que las personas pueden ser y hacer (Robeyns, 2005; Sen 1999). Si bien Sen proporciona una base analítica para investigar sobre el desarrollo como libertad, esta es una base sobre la que también se debe construir (Evans, 2002).

En esa línea, el artículo busca responder a la pregunta: ¿de qué manera las condiciones asociadas a la participación juvenil influyen en la configuración de capacidades colectivas de los jóvenes de los distritos de Moquegua y Torata? Se sugiere que la contribución de factores sociales e institucionales a la formación de capacidades colectivas puede variar según las condiciones sociales, familiares y escolares en las que se desenvuelven los jóvenes.

El artículo comprenderá la siguiente estructura: primero, se desarrollará el estado del arte, apartado centrado en señalar lo que se ha trabajado sobre el tema y qué vacío en la literatura pretende abordarse; en segundo lugar, el marco teórico referente al concepto de capacidades colectivas y las condiciones asociadas a la participación; en tercer lugar, se explicará la metodología que guió el desarrollo de la investigación; posterior a ello, se introducirá el contexto peruano bajo el que se enmarca el presente estudio; finalmente, se presentarán los resultados sobre la influencia de las condiciones asociadas a la participación sobre la configuración de capacidades colectivas en los jóvenes de la muestra seleccionada, su aporte teórico y las conclusiones.
 

2. Estado del arte

Un grupo de teóricos y académicos del enfoque de capacidades se ha centrado en el estudio de la influencia de condiciones materiales, institucionales y sociales como factores de conversión (Kuklys y Robeyns, 2004; Robeyns, 2005; Biggeri y Santi, 2012) necesarios para la ampliación de capacidades. En esa línea, Evans (2002) sugiere que, en el caso de las personas menos privilegiadas y que no gozan de un amplio rango de capacidades, la organización colectiva proporciona una arena para formular valores y preferencias compartidas que contribuyen a la ampliación de sus capacidades, así como instrumentos para perseguirlos. Ibrahim (2006) refuerza el vínculo entre las capacidades individuales y las estructuras sociales3 a través de la importancia de las colectividades para la expansión de libertades; en efecto, la autora utiliza el concepto de collective capabilities para aproximarse a las capacidades que se logran desarrollar a partir de la participación de los individuos en colectividades, considerando que estas últimas “tienen importancia evaluativa y efectiva para las capacidades humanas” (Ibrahim, 2018, p. 77).

El concepto de collective capabilities hace referencia al conjunto de nuevas capacidades y funcionamientos que resultan de la participación de una persona en una colectividad (Ibrahim, 2006). Las capacidades colectivas se logran a través de la agencia colectiva y benefician al individuo y a la colectividad en su conjunto, no son la suma de capacidades individuales (Ibrahim, 2018). Su importancia radica en resaltar la importancia instrínseca e instrumental de las estructuras sociales, comprendiendo que entablan una relación de doble vía con las capabilities (Ibrahim, 2006). En síntesis, las collective capabilities refuerzan la vinculación entre la expansión de capabilities y las libertades colectivas, permitiendo que, por ejemplo, una población en condición de pobreza pueda actuar de forma conjunta para expandir y desarrollar nuevas capabilities.

De esta manera, algunos académicos (Ibrahim, 2008; Acosta et al. 2016; Rauschmayer et al. 2017) han realizado estudios empíricos haciendo uso del concepto de capacidades colectivas y su aporte al marco analítico desarrollado desde el enfoque de capacidades; sin embargo, aun no hay consenso sobre qué condiciones o variables estimulan las capacidades colectivas.

De igual manera, no se han identificado estudios que aborden desde dicho análisis la participación juvenil, proceso en el que jóvenes ingresan a instituciones y procesos sociales a través del cual adquieren habilidades, conocimiento y experiencia para su empoderamiento y el de su entorno (Ingellis y Leone, 2016), en espacios colectivos y su impacto en el desarrollo de capacidades colectivas. En ese sentido, el presente trabajo busca ahondar en dicho vacío en la literatura y generar una mirada inicial sobre cuáles son los posibles efectos de las condiciones o variables que influyen sobre el desarrollo de capacidades colectivas. 
 

3. Marco teórico

El enfoque de capacidades ha logrado transformar las múltiples visiones del desarrollo a nivel internacional.  Se interesa en revelar tanto los procesos que dan forma a lo que las personas valoran, como los entornos propensos o limitantes que influyen en la libertad de buscar tales valores (Frediani, 2015). Un enfoque de desarrollo sostenible, basado en la expansión de las capacidades individuales y colectivas y en la participación de los individuos en la sociedad, proporciona las coordenadas para comprender la evolución económica y social de los sistemas de desarrollo local (Biggeri y Ferrannini, 2011).

Si bien el enfoque de capacidad ha sido criticado por ser demasiado individualista, Robeyns (2003) sugiere que tales críticas no distinguen entre el individualismo ético y metodológico (Norwich, 2014). En efecto, el enfoque permite reconocer “la importancia de formas valiosas de producción y supone que un aumento en las habilidades de un individuo no se traduce necesariamente o automáticamente en capacidades y funciones de medios de vida expandidos” (DeJaeghere y Baxter, 2014, p. 69). En ese sentido, se reconoce que el enfoque de capacidades busca expandir el conjunto de capacidades de cada individuo, lo que pueden ser y hacer, considerando que la libertad de los individuos es un aspecto central al hablar de desarrollo (Steward, 2013).

El presente apartado desarrollará los dos conceptos fundamentales que guiarán el artículo: capacidades colectivas y condiciones asociadas a la participación juvenil. Respecto al primero Ibrahim señala que estos son los “funcionamientos generados que una persona obtiene en virtud de su compromiso en una colectividad […] solo están presentes a través de un proceso de acción colectiva.” (2006, p. 398). Además, Ibrahim (2006) precisa que en la configuración de capacidades colectivas no solo el individuo se ve beneficiado, sino la colectividad en general puede beneficiarse de las capacidades generadas.

Asimismo, Acosta et al. (2016) explican que las capacidades colectivas también son centrales para el bienestar de las colectividades, pues funcionan como una herramienta metodológica para aproximarse al bienestar de las personas. En efecto, los espacios colectivos proporcionan un escenario donde es posible formular valores y preferencias compartidas, así como instrumentos para poder perseguirlos (Evans, 2002). En esa misma línea, Robeyns (2017) precisa que las capacidades colectivas, generalmente desarrolladas en un sujeto colectivo -o grupo- funcionan en aras de asegurar el desarrollo de una capacidad para los miembros de ese mismo grupo. Además, Zavaleta (2015) considera que las capacidades colectivas también pueden ser entendidas como la capacidad que un individuo tiene sobre una comunidad para influir en dicha comunidad, dialogando con los conceptos de agencia, empoderamiento y autonomía.

Al respecto, Rosignoli (2018) identifica que las propuestas de definición del concepto de capacidades colectivas se han enfocado, principalmente, en desarrollar el entorno o marco de carácter colectivo bajo el que capacidades de carácter individual pueden ser desarrolladas, en vez de ofrecer una categorización de nuevas capacidades. En consecuencia, el autor sugiere una lista de dos capacidades colectivas combinadas: capacidades resistentes y capacidades de resiliencia. Para objeto de la presente investigación, se considerará el concepto de capacidades de resiliencia, que se define como la “capacidad colectiva para reaccionar de manera constructiva” (Rosignoli, 2018, p. 830) a condiciones externas desfavorables.

El debate, aún vigente, sobre el concepto de capacidades colectivas solo le presta mayor relevancia al rol instrumental que las colectividades y los contextos sociales pueden desempeñar en promover las capacidades individuales (Ibrahim, 2018). En efecto, ampliar el enfoque de capacidades hacia la colectividad permite contribuir más a las políticas y prácticas del desarrollo (Ibrahim, 2018).

Un elemento principal en el enfoque de capacidades es el concepto de factores de conversión, los cuales se comprenden como los factores que determinan el grado en que una persona es capaz de transformar un recurso en un funcionamiento (Robeyns, 2017). Para fines de la presente investigación, se considerarán como factores de conversión aquellas variables que la literatura de rendimiento académico y participación juvenil abordan.

Primero, algunos estudios (UNESCO, 2015; Márquez, 2016) de factores asociados al rendimiento académico, que buscan indagar sobre las variables que explican los logros de aprendizaje de los estudiantes (Miranda, 2008), identifican que los métodos de enseñanza, el entorno socioeconómico, la actitud personal, las características de los estudiantes, los recursos presentes en el aula y otras variables del entorno familiar influyen sobre el aprendizaje en niños y jóvenes.

Por otro lado, autores como Kovacheva et al. (2018) identifican que las diferencias sociales, culturales y económicas son importantes al considerar que las motivaciones y prácticas de participación política indican grados de sensibilización y peculiaridades de la situación política, así como un alto grado de dependencia del entorno y las condiciones sociales para involucrarse y participar. Otros aportes como los de Marien et al. (2010) u Ortiz-Inostroza y López (2017), coinciden con la relevancia de las condiciones endógenas y exógenas al individuo como elementos relevantes que configuran las posibilidades de participar en diversos espacios colectivos.

A partir de lo expuesto, se construye el concepto de condiciones asociadas, el cual engloba las características sociales, escolares, familiares y personales, provistas por la literatura de rendimiento y participación juvenil, como elementos que configuran el desarrollo de capacidades colectivas, las opciones de que los jóvenes participen y su desempeño dentro de los espacios de participación. En esa línea, las características descritas son aquellas que se utilizarán en el presente trabajo como factores de conversión.

En lo que respecta al marco analítico para integrar ambos conceptos, Biggeri y Santi (2012) proponen que, para la formación de capacidades y el logro de funcionamientos en niños y jóvenes, la interacción entre el logro educativo (habilidades alcanzadas o skills) y otros agentes (familia, amigos, entorno, escuela, comunidad, entre otros) pueden potenciar o limitar la transformación de las habilidades adquiridas en oportunidades efectivas para la vida de los jóvenes. Entender el desarrollo de capacidades desde una dimensión integral y en diálogo con elementos institucionales, sociales, materiales y personales resulta relevante al momento de analizar los resultados adquiridos.

En ese sentido, el modelo propuesto por Biggeri y Santi (2012), también utilizado por Robeyns (2003), permite aterrizar en un marco de análisis el proceso para la configuración de capacidades colectivas en jóvenes en diálogo con el contexto en el que se encuentran. Se ha realizado una adaptación del modelo para el presente estudio (véase el Gráfico 1); en ese sentido, los factores de conversión se comprenderán como lo descrito bajo el concepto de condiciones asociadas, elementos que influyen en la posibilidad de participar en espacios colectivos y desempeñar algún rol dentro de los mismos. La existencia de espacios de participación, junto a las razones esgrimidas por los jóvenes - principalmente utilitarias- se vinculan al interés asociado con el propio crecimiento personal, y los medios que se arbitran para alcanzar el funcionamiento.

Grafico_1

Gráfico 1. Modelo de despliegue capacidades colectivas a través de la participación en espacios colectivos y su modificación a partir de las condiciones asociadas a la participación.

Fuente: Elaboración propia. Adaptado de Biggeri y Santi (2012) y Robeyns (2003).

4. Metodología

Para el presente artículo se ha optado por un diseño metodológico cualitativo centrado en las perspectivas discursivas de los propios jóvenes, pues son ellos quienes experimentan la experiencia de participación y logran identifcar los factores que influyen sobre el rol que desempeñan dentro de los espacios de participación. En efecto, el uso de una metodología cualitativa es favorable considerando la complejidad del comportamiento humano y sus potenciales acciones (Simon 1992); así, no se busca la representación estadística, sino una descripción de la realidad social con mayor apertura y flexibilidad en el proceso de investigación (Lenger, 2019).

En ese sentido, se realizó un estudio de caso con el objetivo de realizar un análisis que identifique potenciales variables, estructuras y modos de interacción entre los individuos (Mesec, citado en Biba Starman, 2013) para comprender la configuración de capacidades en espacios colectivos.

Para abordar la investigación, cabe destacar que la provincia de Mariscal Nieto se caracteriza por concentrar la mayor cantidad de organizaciones juveniles del departamento; no obstante, las diferencias entre la participación de jóvenes en el ámbito urbano frente al rural son significativas (Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto, 2011).

En aras de realizar un análisis comparativo entre los jóvenes de dos distritos (uno del ámbito urbano y otro del ámbito rural), se consideró como criterio de selección la presencia del Consejo Provincial de Juventudes (COPROJU), órgano de línea encargado de promover la participación, asociación y empoderamiento de los jóvenes de la provincia de Mariscal Nieto, y la presencia de al menos una organización donde los jóvenes puedan participar. Al respecto, se seleccionaron como casos de estudio los distritos de Moquegua y Torata, ambos pertenecientes a la provincia de Mariscal Nieto y los únicos que contaban con presencia activa del COPROJU y, al menos, una organización o espacio colectivo donde los jóvenes puedan participar.

Se propone como pregunta de investigación la siguiente: ¿cómo las condiciones asociadas a la participación juvenil influyen en la configuración de capacidades colectivas de los jóvenes de los distritos de Moquegua y Torata? Ambos distritos cuentan con dinámicas territoriales distintas por los contextos urbano, para el caso de Moquegua, y rural, para el caso de Torata, que los caracteriza. Esto permitirá analizar las condiciones que promueven o limitan la participación de los jóvenes en espacios de participación colectiva y el desarrollo de capacidades colectivas según diversos contextos. La unidad de análisis es los jóvenes participantes de espacios colectivos en ambos distritos.

Buscando que ambas muestras sean lo más heterogéneas posible (Ritchie y Lewis, 2003) la elección de la muestra de jóvenes fue de carácter intencional rigiéndose bajo dos criterios: i) ámbito en el que viven los jóvenes (urbano o rural); y, ii) tipo de institución educativa a la que asisten (básica regular o superior).

Para la recopilación de información, se optó por entrevistas semi-estructuradas y encuestas para recoger características sociodemográficas de los entrevistados.

Se seleccionó como muestra un total de veinte (20) jóvenes, cifra que se definió a partir de la relación de jóvenes que participaron al menos en una ocasión en las actividades del COPROJU, ello con el objetivo de garantizar que los jóvenes entrevistados hayan tenido al menos un acercamiento a espacios colectivos. En ese sentido, se seleccionaron cinco (5) jóvenes por cada uno de los cuatro grupos conformados a partir de los criterios señalados en el Cuadro 1. Vale precisar que uno de los jóvenes del ámbito rural, que se encontraba cursando estudios superiores, no dio su consentimiento para la entrevista, por lo que la cifra final de jóvenes entrevistados fue de diecinueve (19). 

Cuadro 1. Distribución de la población entrevistada a partir de los criterios seleccionados

Formación de grupos

Ámbito donde habita el joven

Nivel de estudios en el que se encuentran

Urbano

Rural

Básico regular

Grupo 1: cinco (5) jóvenes

Grupo 3: cinco (5) jóvenes

Superior

Grupo 2: cinco (5) jóvenes

Grupo 4: cuatro (4) jóvenes

Total de entrevistados

19 jóvenes del ámbito urbano y rural


Fuente: elaboración propia.

 

Cabe precisar que la decisión metodológica presentó limitaciones durante el trabajo de campo. En primer lugar, debido al sostenido proceso de migración de los jóvenes del ámbito rural al urbano por el que se caracteriza la región, dos de los cuatro jóvenes rurales en instituciones superiores ya se encontraban fuera del distrito de Torata, por lo que se optó por entrevistar, de forma intencional, a los jóvenes migrantes de modo que se resalte el cambio que dicho proceso de migración significó para su participación en espacios colectivos. En segundo lugar, cabe destacar que las dificultades en el acceso al distrito de Torata, y las actividades laborales y familiares de los entrevistados, dificultó en numerosas ocasiones la disponibilidad de tiempo que estos tenían para ser entrevistados.

 

5. Marco contextual

El Informe Nacional de Juventudes (SENAJU, 2015) identificó que los jóvenes, en distintos espacios de participación política, representan el 27.8% de las candidaturas a nivel nacional; en el caso del departamento de Moquegua, sólo el 14.2% de autoridades electas son jóvenes. Más aún, si se observan los diagnósticos realizados en el departamento, se señala que las organizaciones juveniles se encuentran principalmente en el ámbito urbano, mientras que en el ámbito rural la presencia de jóvenes es mínima debido a la migración (Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto, 2011).

En tal contexto, se debe precisar que la participación de jóvenes, tanto del ámbito urbano como rural, no se define únicamente a partir de su motivación y razones personales para participar, sino a partir de una confluencia de elementos. Por un lado, la escuela como agente socializador juega un rol determinante; asegura la existencia de instancias de participación estudiantil, y fomenta la influencia de los jóvenes sobre su entorno. Esto hace posible que los jóvenes se reconozcan como ciudadanas y ciudadanos con poder sobre los ámbitos público y político, y contribuye al aprendizaje de la acción participativa ciudadana (Stojnic, 2016, 2017; Olivera, 2009).

Por otro lado, factores relacionados al contexto juegan también un rol fundamental en modificar las condiciones de desigualdad en la educación y los aprendizajes entre niños y jóvenes para el caso peruano, por ejemplo, la gestión de la institución (público o privada) y el área de residencia (Benavides et al. 2014). Sumado a ello, Trivelli (2008) identifica que la mala infraestructura, la falta de materiales educativos, una deficiente interculturalidad, junto a dificultades en el acceso a las escuelas en áreas rurales, son factores a considerar cuando se hace referencia a las desigualdades entre el ámbito urbano y rural.

En lo que respecta a los jóvenes entrevistados, diez (10) pertenecen al ámbito urbano, ocho (8) al rural, y dos (2) pertenecían al ámbito rural; estos últimos migraron al urbano para continuar con estudios superiores. De manera particular, el 50% de los jóvenes del ámbito rural declararon aportar en labores domésticas y negocios familiares, mientras que solo el 20% de los jóvenes del ámbito urbano comentaron dedicar tiempo a actividades similares. Asimismo, en lo que se refiere a la accesibilidad, cuatro (4) jóvenes del ámbito rural señalaron tardar entre 30 minutos y una hora para llegar a su institución educativa; mientras que ninguno de los jóvenes urbanos declaró tardar más de veinte minutos.

Además, la totalidad de jóvenes del ámbito urbano vive en hogares con material de concreto, mientras cuatro (4) de los ocho (8) jóvenes en el ámbito rural declaró vivir en casas construidas en base a madera o caña, siendo este un indicador de hogares en viviendas con características físicas insatisfechas4.

De forma adicional, en referencia al máximo grado alcanzado por los padres, todos contaban con al menos un padre o madre que culminó los estudios secundarios; asimismo, cinco (5) de los diez (10) jóvenes urbanos declararon que al menos uno de sus padres había culminado estudios superiores. Diferente es el caso de los jóvenes rurales, donde ninguno de sus padres logró culminar los estudios superiores y tres (3) de los diez (10) jóvenes rurales declaró que ninguno de sus padres culminó los estudios secundarios.

 

6. Resultados

En el presente segmento se desarrollarán los resultados obtenidos en la investigación. En primer lugar, se describirán las condiciones asociadas a la participación y su relación con los medios a disposición de los jóvenes. Posterior a ello, se analizarán las capacidades colectivas desarrolladas y los funcionamientos alcanzados por los jóvenes, dadas las condiciones descritas en el apartado precedente. Finalmente, se profundizará en el aporte teórico del caso de estudio abordado.

 

6.1. Condiciones asociadas a la participación

Sen (1999) señala que, los procesos tales como la participación en la toma de decisiones políticas, así como la elección social, son elementos que no pueden ser considerados únicamente como medios, sino también como elementos constitutivos de los fines del desarrollo en sí mismo. En esa línea, a lo largo de la investigación se han evidenciado diferencias respecto a la participación de jóvenes del ámbito urbano y rural.

Por un lado, los jóvenes del ámbito urbano se desenvuelven en un entorno con características que favorecen su participación en diversos espacios, medios que facilitan su continuidad en los mismos, y un Estado presente que fomenta la creación e institucionalización de espacios de participación. En contraposición a ello, los jóvenes del ámbito rural presentaron limitaciones para involucrarse en espacios colectivos y concretar la continuidad de los mismos; por ejemplo, la menor diversidad de grupos de participación y las dificultades en el acceso a los espacios de encuentro, dada la poca disponibilidad de transporte, son algunos de los elementos a considerar. Además, los esfuerzos del Estado por consolidar espacios de participación para jóvenes son aislados.

En lo que respecta a las condiciones asociadas a la participación (véase Gráfico 1), se observó que las características motivacionales se manifestaban con mayor fuerza en aquellas actividades que los jóvenes del ámbito urbano identificaban tener razones para participar.

En contraste, los jóvenes del ámbito rural parecieran manifestar problemas de agencia para involucrarse en espacios colectivos. Para Sen (1999), un agente es quien actúa y genera cambios de cuyos logros pueden juzgarse a raíz de sus propios valores y objetivos; los jóvenes rurales expresaron timidez y poca animosidad al expresar sus emociones por participar, mostraban un constante miedo a participar: "Inseguridad de que los demás se burlen, porque tal vez se equivoque en algo (algunos de sus compañeros de colegio), y los demás se burlarían” (entrevista a T-J03-M, joven de 15 años). Para autores como De Herdt (2008), la capacidad de no ser sometido a la vergüenza pública es una condición previa para poder ser agentes, elemento aun presente en las declaraciones de uno de los entrevistados. A pesar de ello, dado el entorno que ellos mismos identificaron como desfavorable, la participación en un espacio colectivo surgiría como una alternativa para desarrollar capacidades que anteriormente no identificaban como posibles de alcanzar.

Referente a las condiciones escolares, las diferencias entre el ámbito urbano y rural continúan vigentes. Se halló que las actividades de participación organizadas por las propias instituciones educativas funcionan como un mecanismo que fomenta la participación de los jóvenes en organizaciones externas a la institución educativa, como voluntariados, grupos culturales o de crecimiento personal. A pesar de ello, actividades como las señaladas se encontraron únicamente entre las escuelas urbanas. En el caso del ámbito rural, el rol del docente resulta fundamental para fomentar o deslegitimar la participación, siendo el segundo caso el que se encontró en mayor cantidad entre los jóvenes rurales; por ejemplo, un joven expresó que “Piensan que van a perder horas de clase, que los van a sacar, que los van a fastidiar, que va a ser algo incómodo para ellos y que se van a atrasar [en referencia a los docentes]" (entrevista a M-J04-M, joven de 17 años).

En el caso de las condiciones familiares, se observó que, para los jóvenes rurales, estas restringen su posibilidad de considerar la participación y el desempeño de un rol dentro de un espacio colectivo. Al respecto, las responsabilidades de cuidado de familiares de la tercera edad o hermanos menores; el apoyo a la familia en trabajo doméstico no remunerado; la percepción de los padres sobre el espacio participativo, comúnmente apreciado como una pérdida de tiempo, y el permiso de los mismos vinculado a la poca accesibilidad a los espacios de encuentro serían las situaciones que no permiten a los jóvenes rurales involucrarse de forma activa en una organización. Por otro lado, entre los jóvenes urbanos no se logró hallar las situaciones en mención; si bien el trabajo doméstico y el cuidado de familiares son actividades que se replican, la disponibilidad de transporte y la cercanía entre lugares permite considerar la participación como una alternativa viable.

La relación con los pares, tanto para los jóvenes del ámbito rural como urbano, contribuye en la inserción de los jóvenes a espacios colectivos (liderazgo, deportivos, sociales, entre otros). Por ejemplo, una entrevistada señalaba lo siguiente: "Mi compañera había sido alcaldesa, y como ella había sido tenía que buscar más personas que sean alcaldesas. Primero motivó a mi compañera, pero luego vino a mí" (entrevista a M-J04-M, joven de 17 años).

En relación a lo desarrollado, es relevante retomar el concepto de capacidades de resiliencia (Rosignoli, 2018), se pudieron observar condiciones externas desfavorables para la participación de los jóvenes del ámbito rural en espacios colectivos. En ese sentido, será objeto del siguiente apartado relacionar cómo frente a un contexto desfavorable, surgen constructivamente diversas iniciativas.

Por lo expuesto, se ha logrado distinguir dos contextos, un ámbito rural con condiciones desfavorables que privarían, en gran cantidad, la participación de jóvenes y su desempeño en los espacios colectivos y, en contraposición a ello, lo urbano, que cuenta con medios que favorecerían la participación, así como con instituciones formalizadas que permiten el involucramiento activo de los jóvenes y el desarrollo de sus capacidades tanto individuales como colectivas. Ejemplo de ello son las instituciones estatales, que fomentan y formalizan espacios de participación, como es el Consejo Provincial de Juventudes, y las organizaciones que surgen desde la propia sociedad civil, en respuesta a necesidades identificadas de su entorno. Será objeto del siguiente apartado discutir respecto a cómo se configura el desarrollo de capacidades colectivas ante los entornos señalados.

 

6.2. Capacidades colectivas desarrolladas

Durante el trabajo de campo se halló un total de cinco tipos de espacios de participación colectiva. En el caso del ámbito urbano, se detectaron organizaciones más consolidadas respecto al deporte y a la danza, además, organizaciones de responsabilidad social (como la organización SOLID, entre otros voluntariados) e iniciativas institucionales, como los municipios escolares y proyectos universitarios; ello coincide con las condiciones favorables, descritas anteriormente, para la consolidación de los espacios colectivos.

Para el ámbito rural, se detectaron dos espacios: de liderazgo (el Consejo Distrital de Juventudes y la organización OJA) y de carácter deportivo (poco sostenibles y cuya finalidad es el ocio). Además, cabe precisar que, a diferencia de las organizaciones consolidadas en el ámbito urbano, las organizaciones del ámbito rural surgen como respuesta de actores locales ante las condiciones desfavorables para la consolidación de espacios de participación colectiva; por ejemplo, el Consejo Distrital de Juventudes es una iniciativa que parte desde los regidores locales y se enmarca en los esfuerzos del Gobierno Regional por fomentar la participación de jóvenes en espacios colectivos, mientras que la organización OJA parte desde una ONG con actividades en el distrito.

En este contexto, el concepto de Rosignoli (2018) sobre las capacidades colectivas y las capacidades de resiliencia, junto al aporte de Robeyns (2017), permite observar que, si bien los adolescentes del ámbito rural presentan más limitaciones para organizarse tras lo descrito en el subcapítulo anterior, hay espacios de participación colectivos que han surgido de actores locales como respuesta a la privación de libertades individuales y problemas de agencia entre los jóvenes (tales como OJA y el Consejo Distrital de Juventudes). La construcción de espacios colectivos en el ámbito rural busca generar espacios para el desarrollo de capacidades en grupos que anteriormente no veían como alcanzables, por ejemplo, asumir roles de liderazgo; al respecto, véase el Cuadro 2.

Cuadro 2. Distribución de jóvenes según los espacios de participación y los roles que asumen dentro de los mismos.

Organización en la que participa

Nro. de jóvenes

Participan mediante la asistencia

Participan tomando decisiones

Participan influyendo en otras personas

Consejo distrital de juventudes

6

5

0

1

SOLID

3

1

0

2

Econexion natural

2

2

0

0

Deporte

7

5

2

0

Pastoral

2

0

1

1

Danza

2

1

0

1

Red interquórum

1

0

0

1

Municipio escolar

3

0

1

2

Incubadora de proyectos

1

0

1

0

Total

275

14

5

8


Fuente: Trabajo de campo realizado en los distritos de Moquegua y Torata. Elaboración propia.

 

De los espacios en mención, es necesario precisar que algunos, por su naturaleza, no fomentan que los jóvenes puedan asumir roles superiores al de una participación mediante la asistencia, tal es el caso de los espacios deportivos y Econexion Natural. Respecto a los roles que asumen, se pudo evidenciar que el 100% de los jóvenes entrevistados del ámbito rural participan únicamente mediante la asistencia; caso contrario, todos los jóvenes del ámbito urbano identificaron haber contribuido, además de la asistencia, mediante la toma de decisiones y la influencia sobre sus pares en los grupos en los que participan. Por ejemplo, en la alcaldía escolar, una entrevistada señaló: "Mi compañera había sido alcaldesa, y como ella había sido tenía que buscar más personas que sean alcaldesas. Primero motivo a mi compañera, pero luego vino a mí" (entrevista a M-J04-M, joven de 17 años).

En esa misma línea, solo dos jóvenes del ámbito rural identificaron que lograban influir en otras personas o tomar decisiones, sin embargo, ambos jóvenes se encuentran transitando constantemente entre el ámbito urbano y rural, contando con experiencias de participación en ambos ámbitos. En dicho sentido, la experiencia en el ámbito urbano funcionaría no solo como un mecanismo para ampliar la gama de espacios de participación, sino también ampliaría las capacidades de los jóvenes y, en consecuencia, el funcionamiento que logran desarrollar.

De forma adicional, se debe precisar que los espacios colectivos funcionarían como un escenario para el desarrollo de capacidades que, dadas las condiciones desfavorables, no eran percibidas como alcanzables entre los jóvenes del ámbito rural. En tal sentido, para lo rural la consolidación de espacios de tipo colectivo contribuiría a sostener una ampliación de capacidades colectivas y, en consecuencia, que una mayor cantidad de jóvenes pueda percibir como posible el desarrollo de funcionamientos asociados al liderazgo e influencia sobre otros.

 

6.3. La influencia de las condiciones asociadas a la participación en el despliegue de capacidades colectivas

Siguiendo el modelo de Biggeri y Santi (2012) y Robeyns (2003) descrito en el marco teórico, y en relación a los aportes de Rosignoli (2018), Ibrahim (2018) y Robeyns (2017), la agrupación de los jóvenes en el ámbito rural, en los pocos espacios colectivos que tienen, surge como una opción que parte del propio distrito por desarrollar capacidades que anteriormente solo podían ser desarrolladas en el ámbito urbano; es decir, la generación de espacios surge de forma constructiva ante un contexto desfavorable para su desarrollo.

En la misma línea, jóvenes que identificaban sentirse avergonzados e inseguros, elementos que incumplen la condición previa para la agencia acorde a De Herdt (2008), y que anteriormente no contemplaban la posibilidad de alcanzar funcionamientos tales como influir en otras personas o tomar decisiones a nivel colectivo, identifican haber logrado desarrollarlo, según señalan, gracias a su participación en espacios colectivos.

De esta manera, el espacio colectivo habría logrado impulsar el desarrollo de capacidades que, a nivel individual, los jóvenes rurales no veían como posible lograr alcanzar. Por ejemplo, un entrevistado señaló que: “Para desarrollarte siempre necesitas un ejemplo, ciertas personas para guiarte, y estas personas me han sido un buen ejemplo […] creo que consigues muy buenas oportunidades cuando eres parte de una organización [...] hasta ahora creo que no hubiera conseguido ninguna oportunidad si no hubiera estado en alguna organización" (entrevista a M-J07-H, joven de 20 años). En efecto, las razones para participar varían no sólo por las valoraciones personales de los jóvenes, sino también por qué aspectos consideran que son posible alcanzar en estos espacios.

A pesar de lo expuesto, los funcionamientos alcanzados por los jóvenes no son iguales. Si bien Ibrahim (2006) precisa que la colectividad, y no sólo el individuo, puede verse beneficiado de las capacidades desarrolladas en el espacio colectivo, tras los hallazgos de la presente investigación se observan resultados diferenciados al interior de las colectividades. Si bien los jóvenes cuentan con los mismos medios para la participación y cohabitan en un mismo ámbito (ya sea rural o urbano), las condiciones asociadas a la participación, que hacen a sus veces de factores de conversión, configurarían de forma sustancial la ampliación de capacidades y, en consecuencia, el funcionamiento que efectivamente terminan alcanzado los jóvenes de manera individual. Algunos jóvenes del ámbito rural identificaron que las responsabilidades familiares y la posibilidad de traslado al espacio de reunión se presentaban como elementos que limitaban su participación en espacios colectivos y, en consecuencia, el rol que podían asumir dentro de ellos.

Por otro lado, se ha evidenciado que las capacidades individuales de los jóvenes del ámbito urbano son centrales para comprender su desempeño en espacios colectivos y las capacidades colectivas que logran desarrollar. Al respecto, y siguiendo algunos aportes del enfoque de capacidades (Sen, 1999; Robeyns, 2005), los jóvenes urbanos han demostrado mayor autonomía y libertad para poder acceder a los espacios de participación, frente a los jóvenes del ámbito rural, que presentaron problemas de agencia para su involucramiento. En efecto, en el ámbito urbano los jóvenes han declarado disponer de factores del entorno que han contribuido en que puedan ser y hacer actividades que valoran. Esto se ve plasmada en el hecho que hayan logrado identificar ser capaces de tomar decisiones e influir sobre sus pares en los grupos en los que participan.

La investigación sostiene que es posible que todos los jóvenes que participan del espacio colectivo se vean beneficiados; sin embargo, las capacidades desarrolladas y los funcionamientos alcanzados se diferenciarán al interior del propio grupo de participación y entre los mismos participantes. Son cuatro los elementos que configurarían el desarrollo de capacidades colectivas, principalmente entre los jóvenes rurales: limitaciones de acceso a los espacios de organización (falta de transporte público, poca iluminación en las rutas y distancias largas); apoyo en el trabajo doméstico y cuidado de familiares; los pares contribuyen a facilitar el acceso a los espacios de participación, sin embargo, no representa un determinante para el despliegue de capacidades colectivas; y, finalmente, las condiciones escolares influyen considerablemente en que los jóvenes participen o no de espacios colectivos.

Cabe precisar que se halló que la migración surgiría como una alternativa más para configurar las capacidades individuales, no siendo ello excluyente con el hecho de participar en un espacio colectivo. En efecto, el proceso de migración del ámbito rural al urbano habría logrado ampliar la gama de espacios de participación y contribuir a que jóvenes que anteriormente no veían como posible asumir roles de liderazgo en organizaciones, ya lo puedan hacer.

 

7. Conclusiones

Los hallazgos descritos permiten ahondar en la reflexión teórica propuesta por Solava (2006) referente al concepto de capacidades colectivas; si bien todos los individuos de una colectividad desarrollan capacidades de carácter colectivo, los resultados del presente artículo sugieren que no todos los individuos se verían beneficiados de la misma manera. En potencia, la colectividad podría beneficiarse, sin embargo, son las condiciones asociadas a la participación los factores que configurarían el desarrollo de las capacidades colectivas de los mismos dentro de los espacios colectivos, obteniendo resultados diferentes al interior de la misma colectividad.

En dicho sentido, las condiciones asociadas a la participación tendrían una doble influencia en la configuración de capacidades colectivas: como privación o ampliación de la libertad en los jóvenes y su despliegue en los espacios colectivos. Además, la conformación de estos espacios surgiría también en base a la necesidad de sustituir la falta de condiciones favorables para el desarrollo de capacidades referentes al liderazgo, influencia sobre otros, entre otras. Aun así, es de principal relevancia centrar la atención sobre las condiciones no favorables, y ver cómo estas tendrían un impacto directo sobre las libertades de los jóvenes y su posibilidad para alcanzar los funcionamientos desarrollados a lo largo de la investigación. Cabe precisar que las intervenciones del sector público y privado referente a incrementar la participación de jóvenes en espacios colectivos se ha limitado a la creación de espacios, pero no ha logrado intervenir sobre aquellas condiciones que potenciarían o limitarían su participación efectiva en los mismos.

En base a lo expuesto, es necesario trasladar el foco de atención hacia dichos elementos institucionales, sociales, familiares y personales que limitarían la participación de jóvenes en espacios colectivos, restringiendo también la posibilidad que desarrollen capacidades en dichos espacios. Asimismo, se considera que desarrollar políticas orientadas a temas de conectividad e infraestructura, reducir el trabajo infantil en sus múltiples manifestaciones, así como fomentar la participación desde las instituciones educativas son algunos de los cambios iniciales para contribuir al desarrollo de capacidades colectivas en ámbitos con condiciones asociadas desfavorables para ello. Será objeto de un siguiente trabajo diseñar una metodología que permita estimar los efectos directos de los factores de conversión sobre el desarrollo de capacidades colectivas.

 

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Otros documentos consultados

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1. El presente artículo científico se basa en los resultados de la tesis de licenciatura del autor, en la Facultad de Ciencias Sociales, especialidad de Sociología, Pontificia Universidad Católica del Perú.

 

2. Licenciado en Sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú y estudiante de la Maestría en Gobierno y Políticas Públicas por la misma casa de estudios. Actualmente es pre-docente del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Correo electrónico: fernandez.renzoa@pucp.pe

 

3. Algunos esfuerzos se han desarrollado desde la sociología para comprender la dinámica entre la estructura (factores del entorno) y la agencia (capacidad de actuar y generar cambios); por ejemplo, autores como Giddens (1984) desarrollan la relación de interdependencia entre el actor, como agente, y la estructura en un tiempo y espacio determinado, aporte que discute con enfoques estructuralistas o voluntaristas de la sociología y comprende que no hay agentes independientes de la estructura, y viceversa. De la misma manera, Archer (1995) desarrolla lo que denomina el dualismo analítico, separando los conceptos de agencia y estructura, y considerándolas como dos elementos independientes entre sí. La dinámica entre la estructura (condiciones asociadas) y el agente (los jóvenes y su agencia) será desarrollada en el presente trabajo.

 

4. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) cuenta con el Indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas, en el cual el material predominante en las paredes y piso de las viviendas son insumos para determinar si el hogar cuenta con características físicas insatisfechas.

 

5. Cabe precisar que se entrevistaron jóvenes que participan en más de un espacio colectivo.