Journal de Ciencias Sociales Año 10 N° 18
ISSN 2362-194XLas opiniones de niños y niñas de 12 años de edad acerca de las viviendas que habitan con sus familias en la zona sur del Conurbano Bonaerense
Martín Carlomagno1
Universidad Nacional de Lomas de Zamora
Artículo científico
Material original autorizado para su primera publicación en el Journal de Ciencias Sociales, Revista Académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo.
Recepción: 23-04-2022
Aceptación: 27-04-2022
Resumen: En este artículo se presentan parte de los resultados alcanzados por la investigación que conformó la tesis de posgrado del autor, para obtener el título de Magister en Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo. Las tareas de investigación se enmarcaron en un proyecto de investigación titulado: Calidad de vida de niños y niñas de 12 años que viven en la Provincia de Buenos Aires, Argentina, acreditado en el Programa LOMASCyT de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Argentina), a su vez inscripto en el Proyecto internacional Children`s Worlds que se encuentra dedicado al estudio de las diferentes dimensiones del bienestar de niños y niñas a lo largo del planeta. Se trató de una investigación por método cuantitativo y se trabajó con una muestra de cien (100) niños y niñas de doce (12) años de edad, que vivían en las ciudades de Lomas de Zamora y Glew, ambas ubicadas en el Conurbano Bonaerense. Se trata de un estudio transversal y descriptivo; como tal, permite la recolección de datos en un solo momento y en un tiempo único para describir variables y así analizar su incidencia o interrelación. En este artículo se presentan los resultados obtenidos en virtud de uno de los objetivos específicos de la tesis: describir las características de las viviendas que niños y niñas habitan con sus familias.
Palabras Clave: niños y niñas; viviendas; familias; Argentina.
The opinions of 12-year-old boys and girls about the homes they live in with their families in the southern area of the Conurbano Bonaerense (Argentina)
Abstract:: This article presents part of the results achieved by the research that formed the author's postgraduate thesis, to obtain the Master's degree in Social Sciences from the University of Palermo. The research tasks were framed in a research project entitled: Quality of life of 12-year-old boys and girls living in the Province of Buenos Aires, Argentina, accredited in the LOMASCyT Program of the National University of Lomas de Zamora (Argentina), in turn enrolled in the international Children`s Worlds Project that is dedicated to the study of the different dimensions of the well-being of boys and girls throughout the planet. It was an investigation by quantitative method and we worked with a sample of one hundred (100) boys and girls of twelve (12) years of age, who lived in the cities of Lomas de Zamora and Glew, both located in the Greater Buenos Aires. This is a cross-sectional and descriptive study; as such, it allows the collection of data in a single moment and in a single time to describe variables and thus analyze their incidence or interrelation. This article presents the results obtained by virtue of one of the specific objectives of the thesis: to describe the characteristics of the houses that boys and girls live in with their families.
Keywords: children, households; families; Argentina.
1. Introducción
En este artículo se presentan parte de los resultados alcanzados por la investigación que conformó la tesis de posgrado del autor, para obtener el título de Magister en Ciencias Sociales de la Universidad de Palermo2. La tesis estuvo enfocada en estudiar la situación de vida familiar de niños y niñas en sus hogares, en relación con la satisfacción con los lugares que habitan.
Las tareas de investigación se enmarcaron en un proyecto de investigación titulado: Calidad de vida de niños y niñas de 12 años que viven en la Provincia de Buenos Aires, Argentina, dirigido por la Dra. Graciela Tonon y acreditado en el Programa LOMASCyT de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Argentina). Este proyecto fue desarrollado por el equipo del Instituto de Estudios Sociales UNICOM de la Facultad de Ciencias Sociales, perteneciente a la mencionada universidad; y se inscribió en el Proyecto internacional Children`s Worlds que se encuentra dedicado al estudio de las diferentes dimensiones del bienestar de niños y niñas a lo largo del planeta.
Se trató de una investigación por método cuantitativo y se trabajó con una muestra de cien (100) niños y niñas de doce (12) años de edad, que vivían en las ciudades de Lomas de Zamora y Glew, ambas ubicadas en el Conurbano Bonaerense. El trabajo de campo fue desarrollado durante el año 2019, utilizándose el ISCWeb, cuestionario autoadministrable construido por el Proyecto internacional Children`s Worlds del cual el Instituto UNICOM formó parte. Dicho cuestionario debió ser adaptado antes de su aplicación en Argentina, en función de las particularidades contextuales de los recortes territoriales en los que este fue utilizado.
El objetivo general de la tesis se propuso: analizar las opiniones que niños y niñas de 12 años de edad, que viven en Lomas de Zamora y en Glew, tienen acerca de sus relaciones familiares y la vivienda que habitan con su familia, en relación con la vida que ellos y ellas manifiestan tener, junto con los lugares que habitan. En este artículo, particularmente, se presentan los resultados obtenidos en virtud de uno de los objetivos específicos de la tesis: describir las características de las viviendas que niños y niñas habitan con sus familias.
2. Estado del arte
Diversos autores han estudiado la niñez desde una perspectiva relacional, considerando las relaciones que niños y niñas establecen con otras generaciones como objeto de estudio. En referencia específica a la vivienda y el hogar, Tonon, Mikkelsen et al. (2017), midieron las respuestas de 1062 niños de 8 y 10 años con residencia en la provincia de Buenos Aires (Argentina), relacionando dos dimensiones: vivienda/hogar y vecindario, junto con la variable género. Con respecto al hogar donde residían los niños y las niñas encuestados, en líneas generales, ellos y ellas dieron respuestas muy positivas en cuanto a la seguridad en sí misma, como una forma de apoyo emocional. A su vez, ofrecieron relatos muy positivos de cómo son escuchados y atendidos por sus familias, aunque mostraron menor satisfacción con el espacio que tienen para estudiar y hacer sus tareas escolares al interior de las viviendas.
Utilizando el método cualitativo, Tonon, Benatuil et al. (2017), analizaron los discursos de dos grupos de niños y niñas de entre 8 y 12 años de edad ubicados uno en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otro en una localidad del interior de la provincia de Buenos Aires (Argentina). Entre los ejes de análisis referidos al bienestar de los chicos y de las chicas, las autoras identificaron que para ambos grupos la familia ocupaba un rol protagónico. Sin embargo, en el primer grupo se detectaron respuestas que informaban de dificultades en el núcleo familiar, mientras que en el segundo grupo las respuestas subrayaban el positivo rol de los abuelos para los niños y las niñas. En esta investigación la familia resignificó un entorno valorado para la mayoría, pero para otros/as representó un espacio poco fiable y un contexto basado en modos de vinculación violentos, en algunos casos abusivos, lo cual resulta significativo ya que se espera que la familia ocupe el lugar central para la socialización primaria, siendo un lugar de seguridad (Tonon, Benatuil et al. 2017, p. 179).
Desde un análisis comparativo entre Argentina y otros tres países que habían participado de la segunda fase del estudio Children's Worlds, Rees et al. (2017) revisaron las variaciones en el bienestar de niños y niñas que se observan en los espacios que ellos y ellas habitan, sean urbanos o rurales. En lo que respecta a la Argentina, este trabajo encontró que, si bien no existían diferencias en las puntuaciones del bienestar en general, las más significativas se daban en favor de los niños y las niñas que vivían en espacios rurales, pues ellos y ellas tenían niveles más bajos de privación social, viviendas de mejor calidad, y manifestaban opiniones favorables respecto a: su seguridad, a las relaciones vinculares -tanto entre familiares como entre amigos-, y sobre la infraestructura que proveía la localidad en la que residían.
Finalmente, Clair (2019), sistematizó un cúmulo interesante de investigaciones que revisaban el impacto de la vivienda en el bienestar de los niños y de las niñas. En este artículo, la autora sintetiza los resultados de investigaciones que, predominantemente, pusieron el acento en las variaciones de los comportamientos y de los resultados educativos de niños y niñas en función de las particularidades de sus hogares.
Tonon y Mikkelsen (2021), por su parte, también trabajaron recientemente en el análisis de la relación que los niños y niñas establecen con los espacios en los que viven, teniendo en cuenta su satisfacción con las comunidades y su bienestar, y prestando especial atención a la situación cotidiana aquellos/as que residen en ciudades de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde el punto de vista metodológico, el citado trabajo fue desarrollado en base a un método cuantitativo en el que se aplicó el ISCWeB.
Por último, vale mencionar aquí dos trabajos especiales de Tonon y Mikkelsen que estuvieron dedicados a la vida de niños y niñas, en vinculación con los lugares de residencia. El primero de ellos, de 2016, sirvió como un antecedente de la tesis del autor de este artículo, pues se ocuparon de brindar una aproximación al estudio de la Calidad de Vida de niños y niñas en localidades del interior de la provincia de Buenos Aires (Mar del Plata, Tandil, Balcarce y San Cayetano) y del Conurbano Bonaerense (Lomas de Zamora, Banfield y Ramos Mejía) (Tonon y Mikkelsen, 2016). El segundo, de 2019, significó un interesante aporte a la Geografía de la niñez, al revisar el concepto de lugar desde la mirada de los niños y de las niñas (Tonon y Mikkelsen, 2019).
3. Marco teórico
3.1. La niñez
Hasta finales del siglo XX, la visión difundida sobre los niños y las niñas en las Ciencias Sociales se caracterizaba por presentarlos/as como poco competentes para brindar información sobre sus vivencias personales y sociales, tal como si fueran observadores pasivos de los procesos de los cuales forman parte y que se suceden en su propia vida (García y Hecht, 2009).
Desde finales de la década del 80, durante el siglo XX, con la firma de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño -por iniciativa de UNICEF- la idea de la niñez como un conjunto de sujetos con derechos específicos fue tomando cuerpo (Casas, 1998.). La lectura atenta de la Convención invita a desarrollar formas innovadoras para que las sociedades tengan en cuenta a los niños y a las niñas, considerándolos/las como sujetos de derechos, ofreciéndoles la posibilidad de asumir responsabilidades de acuerdo con sus propias capacidades o competencias y dando lugar a sus propias opiniones.
En 1990 Qvortrup expresó que la niñez era una forma particular y distinta de la estructura social, y en este sentido era reconocida como una categoría social permanente que estaba expuesta a las mismas fuerzas que la adultez, pero de manera particular, siendo a su vez sujeto de tendencias de paternalización y marginalización.
A partir de este avance y con el correr de las décadas, se comenzó a reconocer que la vida cotidiana de niños y niñas se desarrolla en tres niveles: el material, que considera lo económico e incluye lo laboral-tecnológico; el de las relaciones sociales, que incluye las esferas familiar y comunitaria; y el cultural, que comprende los valores y las opiniones (Gaitán Muñoz, 1999).
La noción de niñez fue adquiriendo un sentido cambiante a lo largo de las etapas históricas dado que su definición siempre implicó una imagen colectivamente aceptada, aunque siempre provisoria, sobre la experiencia de vida de los más jóvenes (Casas, 1998).
En este trabajo se coincidirá en que los niños y las niñas son quienes tienen la mejor y más completa información sobre sus propias vidas, por eso se los considerará como sujetos de derechos antes que objetos de compasión (Mieles Barrera y Tonon, 2015); protagonistas de un grupo social que interactúa con otros grupos diversos, contribuyendo activamente también en la dinámica y modificación de la estructura social (Gaitán Muñoz, 2006).
La vida de niños y niñas se desarrolla en múltiples dimensiones, cada una de las cuales influye en su bienestar (Ben-Arieh, 2000; Ben-Arieh y Goerge, 2001; Bradshaw y Mayhew, 2005; Hanafin y Brooks, 2005) y la familia ocupa un lugar protagónico.
3.2. La vivienda y el hogar en la vida de los niños y las niñas
La vivienda es un componente básico, definido por la configuración del servicio de habitación, es el lugar de refugio, de reuniones familiares, de disfrute de la vida, un lugar de encuentro y un espacio para las experiencias diarias (Lucero et al. 2008).
Un lugar en términos teóricos, implica una unidad espacial primaria, básica. Una posición específica en el espacio geográfico en donde operan una serie de interacciones espaciales que definen, no solo al entorno físico, sino también a la identidad de los sujetos que se hallan en él. El lugar, a su vez, participa en la construcción de memorias y proyecta una durabilidad del tiempo hacia el futuro (Clerc, 2004).
La noción de lugar, concebida como una pequeña unidad espacial que da significación al territorio, es definida por Santos (1996, p. 285) como un marco pragmático de referencia del mundo, que emite pedidos y órdenes condicionados por la acción, al mismo tiempo que se ocupa del escenario de las pasiones humanas, es decir, el espacio donde las acciones de las personas se hacen observables, donde se comunican, interactúan, es decir, donde se concretan las manifestaciones espontáneas y creativas (Santos, 1996, p. 285). El concepto de lugar, como punto de referencia, se relaciona con el espacio para vivir e interactuar en el día a día. En este contexto, el lugar implica territorialidad, un sentido de pertenencia compartido por los cohabitantes y sus interrelaciones (Tonon y Mikkelsen, 2021).
En este sentido, el lugar debe ser tratado como un factor fundamental en el estudio y la comprensión de la calidad de vida de los niños y de las niñas, como así también de las familias de las que ellos y ellas forman parte, atendiéndolo multi-escalarmente en la región, la localidad, el barrio y la vivienda.
Existen muchas y diversas ópticas de análisis sobre la vivienda, primando –usualmente- aquellas lecturas que ponen el acento en el aspecto físico o material de la misma. No obstante, y siguiendo a García García (2014), valdría la pena reflexionar aquí sobre la noción de vivienda rescatando sus características más subjetivas, entendiéndola como aquel entorno en donde se despliegan las prácticas familiares, en las cuales los sujetos aprenden y ensayan los roles familiares, los valores y costumbres de su comunidad y donde se delimitan las esferas de la vida pública y privada. En otras palabas, la vivienda puede ser entendida como una plataforma de intermediación entre el individuo (con su círculo familiar) y la sociedad ampliada.
Así entonces, la apelación al “espacio vivido-concebido” (Lindón, et al. 2006, p. 12) aparece como una noción más fecunda para referirse a las viviendas, logrando poner foco, principalmente, en el punto de vista de los sujetos y en su articulación con los diversos usos y representaciones logrados en torno a la vivienda en tanto lugar específico y singular.
Dentro de la vivienda funciona el hogar, pues en ella se despliegan las actividades propias de la vida familiar y personal. En ella, además, se “brindan” diferentes servicios básicos: como privacidad, identidad, satisfacción ambiental o seguridad (Ares, 2008). Este aspecto cercano de la vivienda es lo que la vincula a la noción de casa, subrayándose su potencialidad para ubicar a los sujetos en el mundo (Lindón en Ares, 2008).
El hogar, entonces, tal y como lo señala Cuervo Calle (2010), es un concepto complejo que incluye las extensiones de la vivienda, así como también todas aquellas prolongaciones sociales e imaginarias de los sujetos, sobre las cuales se despliegan las identidades, afectividades, rutinas, etc. El hogar, en definitiva, refunda en una construcción sociocultural, mediante el cual es posible rastrear las relaciones que se tejen entre las personas y el entorno (Cuervo Calle, 2010).
La noción de vida cotidiana implica, como se comentó anteriormente, observar –al mismo tiempo- dos realidades de la experiencia vital de las personas: el mundo acotado, inmediato, del entorno particular del sujeto, y a través de él, el “gran mundo”, el mundo en el que otros nacen y viven, pues en la interacción de estos dos mundos los sujetos construyen una consciencia del “yo” y del “nosotros” (Heller, 1994; Schutz y Luckmann, 2009). La vivienda, entonces, asume en este proceso un rol claro, pues en (y a través de) ella, se comparte el contenido del saber cotidiano, comúnmente apropiado a partir de los problemas más mundanos de las relaciones vinculares. Es decir, en el espacio de la vivienda lo cotidiano se vuelve observable y allí es posible que se materialicen las experiencias de vida heredadas de las generaciones predecesoras.
4. Método
Se trata de una investigación por método cuantitativo en la cual se aplicó el ISCWeb, cuestionario construido por el Proyecto internacional Children`s Worlds.
Se trata de un estudio transversal y descriptivo; como tal, permite la recolección de datos en un solo momento y en un tiempo único para describir variables y así analizar su incidencia o interrelación. Cabe mencionar que este tipo de estudios son utilizados para estimar la magnitud y distribución de las variables en un momento dado, midiendo específicas características de la población bajo estudio. Dentro de la clasificación existente de estudios, a saber: exploratorio, descriptivo, correlacional y explicativo, este estudio es considerado descriptivo dado que detalla y profundiza el análisis de las variables, sin pretender establecer relaciones de causa-efecto (Hernández Sampieri et al. 2006).
El núcleo de la investigación consideró el estudio y el análisis de ciertas dimensiones de la vida de niños y niñas, a saber: la vida cotidiana con sus familias, las relaciones familiares, su hogar y las características de las viviendas que habitan con sus familias, todas vistas en relación con la valoración de la satisfacción con la vida que ellos y ellas expresan tener. En este artículo solo se trabaja con la dimensión vivienda.
La presente es una investigación por método cuantitativo en la cual el trabajo se desarrolló a partir de la aplicación de un cuestionario administrado a niños y niñas en el ámbito escolar. En el método cuantitativo el diseño se vuelve útil cuando se busca cuantificar la recopilación y el análisis de datos. Con él es posible abordar la certeza de una hipótesis, formulada en un contexto particular (Hernández Sampieri et al. 2006).
Las respuestas brindadas por los niños y las niñas fueron anónimas para preservar su identidad. De acuerdo a las normas de ética establecidas por la normativa vigente para la realización de investigaciones con sujetos, y especialmente con niños y niñas asistentes a establecimientos escolares, se contó con la autorización previa de los/as supervisores/as de área, así como también del consentimiento informado –por escrito- de los padres, las madres o tutores de cada niño y niña participante.
Se utilizó como técnica de investigación el cuestionario, definido como un instrumento estandarizado, que consiste en un conjunto de preguntas respecto de una o más variables a medir (Hernández Sampieri et al. 2006) y que puede contener preguntas abiertas y/o cerradas. Este instrumento además de contener preguntas cerradas de opción múltiple, y preguntas correspondientes a datos socio-demográficos, también contiene escalas Likert para medir actitudes.
Las escalas Likert consisten en:
un conjunto de ítems presentados en forma de afirmaciones o juicios, ante los cuales se pide la reacción de los participantes. Es decir, se presenta cada afirmación y se solicita al sujeto que extreme su reacción eligiendo uno de los cinco puntos o categorías de la escala. A cada punto se Ie asigna un valor numérico así, el participante obtiene una puntuación respecto de la afirmación y al final su puntuación total, sumando las puntuaciones obtenidas en relación con todas las afirmaciones (Hernández Sampieri et al. 2006, p. 341).
Se aplicó el cuestionario de forma aleatoria a una muestra conformada por 100 niños y niñas de 12 años de edad que vivían en las ciudades de Lomas de Zamora y Glew. La decisión de elegir estas localidades se relacionó con distintas cuestiones: la primera por ser localidades pertenecientes al radio de influencia de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y la segunda por la posibilidad real y concreta de acceso a los establecimientos educativos.
4.1. Análisis de los datos
El análisis cuantitativo de los datos ha sido realizado con el programa estadístico SPSS 22.0.
Se analizaron frecuencias, porcentajes, medias y cruce de variables, realizándose en cada caso las tablas con los resultados correspondientes, así como los gráficos ilustrativos.
5. Resultados
Sobre un total de 100 cuestionarios aplicados durante la investigación, finalmente la cantidad de niños y niñas que respondieron fue de 97, de los cuales 51,5 % eran mujeres y 45,5% eran varones (cuadro 1 y gráfico 1). Cabe acotar que hubo algún/a niño/a que no respondió alguna de las preguntas.
Cuadro 1. Respuestas por género
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
Niño
45
45,5
46,9
46,9
Niña
51
51,5
53,1
100,0
Total
96
97,0
100,0
Perdidos
3
3,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
A continuación, se analizan los resultados obtenidos en relación a la dimensión referida a la vivienda.
5.1. La vivienda en la cual viven niños y niñas
5.1.1. Características y equipamiento de las viviendas
El 94,9% de niños y niñas encuestados, viven en viviendas en las cuales hay servicio de red eléctrica de manera estable, en tanto que el 3% reporta tener este servicio de forma inestable.
Cuadro 2. ¿Tiene energía eléctrica tu casa?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
Todo el tiempo
94
94,9
96,9
96,9
Algunas veces
3
3,0
3,1
100,0
Total
97
98,0
100,0
Perdidos
2
2,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
El 88,9% de niños y niñas expresa contar con servicio de agua potable en su casa, el 6,1% dice no contar con ese servicio, y el 3% expresa no estar seguro de contar o no con el servicio de agua potable.
Cuadro 3. ¿Tiene tu casa agua corriente?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válido
Sí
88
88,9
90,7
90,7
No
6
6,1
6,2
96,9
No estoy seguro
3
3,0
3,1
100,0
Total
97
98,0
100,0
Perdidos
2
2,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
El 97% de niños y niñas expresa contar con inodoro en su casa, el resto no suministra datos al respecto.
Cuadro 4. ¿Tiene tu casa inodoro con descarga?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
Sí
96
97,0
100,0
100,0
Perdidos
3
3,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
En relación a la cantidad de habitaciones que tienen las viviendas que habitan niños y niñas, las mayores frecuencias se registran en: 3 habitaciones (19,2%), 4 habitaciones (23,2%) y 5 habitaciones (22,2%). Cabe hacer notar que el 3% de niños y niñas responde que sus casas solo tienen una habitación y el 13,1% dice que solo tiene dos habitaciones.
Cuadro 5. ¿Cuántas habitaciones tiene tu casa?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
1
3
3,0
3,1
3,1
2
13
13,1
13,4
16,5
3
19
19,2
19,6
36,1
4
23
23,2
23,7
59,8
5
22
22,2
22,7
82,5
6
5
5,1
5,2
87,6
7
9
9,1
9,3
96,9
8
3
3,0
3,1
100,0
Total
97
98,0
100,0
Perdidos
2
2,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
En relación a la cantidad de baños que tienen las viviendas que habitan niños y niñas, el 63,6% de las viviendas solo tiene un baño, en tanto el 18,2% tiene dos baños y el 16,2% más de dos baños.
Cuadro 6. ¿Cuántos baños hay en tu casa?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válido
1
63
63,6
64,9
64,9
2
18
18,2
18,6
83,5
Más de 2
16
16,2
16,5
100,0
Total
97
98,0
100,0
Perdidos
2
2,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
Solo el 41,4% de niños y niñas duerme en una habitación propia, en tanto el 56,6% duerme en una habitación que comparte con otra/s persona/s.
Cuadro 7. ¿Dormís en tu propia habitación o la compartís?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
Duermo en mi propia habitación
41
41,4
42,3
42,3
Duermo en una habitación que comparto con otras personas
56
56,6
57,7
100,0
Total
97
98,0
100,0
Perdidos
2
2,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
El 91,9 % de niños y niñas duerme en su propia cama, en tanto el 3% expresa no tener cama para dormir y el 1% dice compartir la cama con otra persona.
Cuadro 8. ¿Tenés tu propia cama?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
Si, tengo mi propia cama
91
91,9
95,8
95,8
No, comparto cama
1
1,0
1,1
96,8
No, no tengo cama
3
3,0
3,2
100,0
Total
95
96,0
100,0
Perdidos
4
4,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
El 70, 7% de niños y niñas expresa contar en su vivienda con un lugar para estudiar, en tanto el 7,1% dice no contar con un lugar para estudiar y el 20,2% responde no estar seguro de contar con un lugar para estudiar.
Cuadro 9. ¿Hay algún lugar en tu casa donde podés estudiar?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
SÌ
70
70,7
72,2
72,2
No
7
7,1
7,2
79,4
No estoy seguro
20
20,2
20,6
100,0
Total
97
98,0
100,0
Perdidos
2
2,0
Total
99
100,0
Fuente de cuadro y gráfico: elaboración personal.
6. Análisis de los resultados
En este apartado se describen y analizan las opiniones manifestadas por los niños y por las niñas ofreciendo un análisis teórico de las mismas.
6.1. La vivienda que habitan niños y niñas
Según Clair (2019), la vivienda es el componente principal de la vida de los niños y de las niñas. Su relación con el bienestar de ellos y de ellas es directa, pues las condiciones de la vivencia tienen influencia en la salud integral de sus habitantes, así como también en la integridad de los vínculos familiares. A pesar de esto, es importante advertir que no abundan las investigaciones que recojan apreciaciones –en la voz de los propios niños y niñas- sobre su satisfacción con la/s vivienda/s en la/s que residen.
Al revisar las respuestas de los niños y de las niñas vinculadas con las características de sus viviendas, puede notarse una aceptable calidad de las mismas –en términos de infraestructura-, pero con algunas particularidades referidas al funcionamiento interno de la casa, o bien al uso del espacio hogareño, que merecen una reflexión más pormenorizada.
En lo que respecta a la infraestructura, entonces, el 94,9% de los niños y de las niñas que cumplimentaron los cuestionarios, indicaron disponer de luz eléctrica en su vivienda (cuadro 2); el 88,9% dijo contar con agua corriente (cuadro 3), y el 97% confirmó la disponibilidad de inodoro (cuadro 4). La calidad de la vivienda, como se dijo, es muy importante para la salud de los integrantes más jóvenes de los grupos familiares, en especial para evitar enfermedades respiratorias o infecto contagiosas, así como también para prevenir trastornos de conducta o deficiencias en los resultados escolares (Clair, 2019). En este sentido, la garantía y disposición de los servicios básicos antes mencionados, ofrecen una base importante de bienestar material para las familias.
Las dimensiones referidas al número de habitaciones que tienen las viviendas (cuadro 5), y la cantidad de baños de las que disponen las casas (cuadro 6), empiezan a mostrar una interesante dispersión de los porcentajes. Un 19,2% de las respuestas indicó contar con tres habitaciones en su vivienda; 23,2% con cuatro y 22,2% con cinco habitaciones. Pasando a los baños, el mayor porcentaje - 63,6% - dijo contar con un solo baño y, seguidamente, un 18,2% dijo tener dos baños y, finalmente, el 16,2% respondió tener más de dos baños.3
Si a este panorama se suman las respuestas referidas a la disposición de un dormitorio privado (cuadro 7), una cama (cuadro 8), y la garantía de un espacio para estudiar (cuadro 9), los tres aspectos completan un estado de situación que subraya aspectos relevantes sobre el espacio donde se desenvuelven las relaciones familiares y sobre el contexto donde se inscriben las viviendas en las que residen los niños y las niñas.
A la pregunta que buscaba conocer si los chicos y las chicas dormían en su propia habitación, un 56,8% de los participantes dijo compartir el cuarto con otra persona y un 41,4% dijo tener un dormitorio personal. Con respecto a la pregunta sobre la existencia de una cama propia para descansar, la mayoría de los niños y de las niñas -91,9%- dijo que sí, pero un llamativo 3% indicó que no. Finalmente, si bien un 70,7% respondió que contaba con un espacio de su casa donde poder estudiar, otro 20,2% indicó que no estaba seguro sobre eso.
Aunque, en líneas generales, las realidades que se desprenden de los valores obtenidos a partir de los cómputos de las respuestas emitidas por los niños y las niñas consultados/as para esta investigación, no presentan condiciones de vida que no responda a las necesidad básicas, no hay que ignorar que la disponibilidad de espacio para ellos y ellas dentro de sus viviendas familiares, garantizado la privacidad, así como también el ambiente propicio para el descanso y la concentración, son factores que impactan directamente sobre su bienestar (Clair, 2019).
Esta última apreciación resulta interesante porque, según Ares (2008) dentro de la vivienda funciona el hogar; en él se despliegan las actividades propias de la vida familiar y personal. Allí, además, se “brindan” diferentes servicios básicos: como privacidad, identidad, satisfacción ambiental o seguridad. Este aspecto cercano de la vivienda es lo que la vincula a la noción de casa, lo que subraya su potencialidad para ubicar a los sujetos en el mundo (Lindón en Ares, 2008).
Al tener en cuenta la potencialidad de ubicación en el mundo que ofrece la casa para los sujetos, toma relevancia el espacio geográfico, pues es allí en donde operan una serie de interacciones espaciales que definen, no solo al entorno físico, sino también a la identidad y las prácticas socio-culturales de los sujetos que se hallan en él. En este sentido, podrían vincularse los factores antes identificados - como la cantidad de ambientes que dispone la vivienda, la cantidad de baños, la reserva de ambientes y mobiliario para el estudio o el descanso– con las posibilidades (o prioridades) que ofrece el lugar, así como también con la idiosincrasia de su gente.
Desde esta visión, se pueden rescatar las características más subjetivas de la vivienda, entendiéndola como aquel entorno en donde se despliegan las prácticas familiares, en las cuales los sujetos aprenden y ensayan los roles familiares, los valores y costumbres de su comunidad y donde se delimitan las esferas de la vida pública y privada. En otras palabas, la vivienda puede ser entendida como una plataforma de intermediación entre el individuo (con su círculo familiar) y la sociedad ampliada.
La apelación al “espacio vivido-concebido” (Lindón et al. 2006, p. 12) aparece como una noción fecunda para referir a las viviendas, logrando poner foco, principalmente, en el punto de vista de los sujetos y en su articulación con los diversos usos y representaciones logrados en torno a la vivienda en tanto lugar específico y singular de sus vidas.
Si bien en este estudio por métodos cuantitativo no fue posible profundizar en los significados que los sujetos les asignaban a sus lugares de residencia, y a la vida en la localidad, lo cierto es que estas dimensiones rescatadas sobre la estructura de las viviendas, los usos de los ambientes y sobre ciertos aspectos del confort que ellas ofrecen, señalan aspectos típicos del territorio donde se radican los niños y las niñas consultados: el Conurbano Bonaerense. En particular, vale destacar aquí la situación de compartir habitación o de no disponer de una cama personal, como realidades ligadas a un contexto socio-económico medio, que convive –en un mismo espacio geográfico (urbano)- con otros sectores de un mayor poder adquisitivo.
En términos de Gorelik (2015) el Conurbano puede ser comprendido como un conjunto metropolitano complejo, que reúne una entidad histórica a la sombra de la gran ciudad capital, en la frontera del límite de dos grandes jurisdicciones sub-nacionales (ciudad y provincia), pero que, contemporáneamente, ha multiplicado los centros, convirtiéndose en una estructura enmarañada, con nuevos suburbios que invitan a comprenderlo, ya no desde el núcleo referencial de la gran ciudad, sino (también) desde “afuera”, es decir, desde los mismos márgenes que le dieron cuerpo y sentido.
Según Tonon y Mikkelsen (2019), el lugar da cuenta de la territorialidad, donde se despliega el sentido de pertenencia de los sujetos. En este sentido, el lugar debe ser tratado como un factor fundamental en el estudio y la comprensión de la calidad de vida de los niños y de las niñas, como así también de las familias de las que ellos y ellas forman parte, atendiéndolo multi-escalarmente en la región, la localidad, el barrio y la vivienda.
La noción de vida cotidiana implica, como se comentó anteriormente, observar –al mismo tiempo- dos realidades de la experiencia vital de las personas: el mundo acotado, inmediato, del entorno particular del sujeto y, a través de él, el “gran mundo”, el mundo en el que otros nacen y viven, pues es en la interacción de estos dos mundos donde los sujetos construyen una consciencia del “yo” y del “nosotros” (Heller, 1994; Schutz y Luckmann, 2009). La vivienda, entonces, asume en este proceso un rol claro, pues en (y a través de) ella, se comparte el contenido del saber cotidiano comúnmente apropiado a partir de los problemas más mundanos de las relaciones vinculares.
El paisaje urbanístico del Conurbano refleja ciertas características morfológicas singulares que, por un lado, va a desarrollar un tejido denso en las zonas más cercanas a la ciudad central; y, por el otro, una periferia de barrios autoconstruidos por la aceleración precipitada del proceso de industrialización que llevó a generar grandes asentamientos de urgencia, alentados por la permisividad en las reglamentaciones y el hecho de dejar librado a las disposiciones individuales la utilización del suelo. Esto se cristaliza en un tejido urbano discontinuo y desarticulado, en condiciones sanitarias deficitarias que carecen de servicios básicos y pavimento. Kessler (2015) sintetiza como este proceso caracterizó al Conurbano, en donde:
Las periferias populares formadas en los lindes de las grandes urbes y que, más allá de sus diferencias, comparten como rasgos comunes una preponderancia de sectores populares y sus prácticas, fecundas experimentaciones en la forma de construir y habitar los espacios, procesos de integración social entorno al trabajo, así como una profusión de déficits de infraestructura y servicios. (p. 12).
Cabe destacar el rol determinante del Estado Benefactor durante las presidencias de Juan Domingo Perón en el desarrollo urbano de la región metropolitana, ya que este promovió dicho proceso mediante la política de subsidio al transporte y los loteos de tierras fiscales para el acceso popular mediante la financiación estatal. Estas políticas no solo aportaron a la morfología del Gran Buenos Aires donde una nueva periferia de cinturones industriales se vio acompañada por los nuevos barrios originados en la sub-urbanización de los sectores populares de asalariados industriales, sino que además las políticas sociales orientadas a la asignación de derechos, dirigidos a este nuevo grupo social, fueron vitales para la generación de contenido político, ideológico y cultural que conformará la identidad que emerge del Conurbano.
De esta manera, se vuelve evidente cómo en el devenir histórico de la conformación del territorio metropolitano se hallan los atributos de la territorialidad del Conurbano Bonaerense, que establece una significación en las relaciones de esos sectores populares, que mayoritariamente se arraigan en dicha región, con los espacios y lugares; Battistini (2004) lo expresa con claridad:
De a poco, ladrillo por ladrillo y peso tras peso, los trabajadores levantaban sus casas y expandían el barrio en las periferias de las grandes ciudades. Las zonas metropolitanas comenzaban a expandirse y a urbanizarse con el progreso del desarrollo económico. El trabajador, que recorría todos los días un trayecto hasta su lugar de trabajo, volvía al barrio para disfrutar del trabajo en su propia casa (arreglos, terminaciones, agregados de ambiente, etc). Hasta la construcción de esa misma casa había sido un lugar de encuentro con los vecinos (todos nuevos en el barrio y también “laburantes” como él) que ayudaban a levantar las paredes o hacer el techo, y como premio compartían el “asadito”. (p. 30).
7. Conclusiones
A partir del trabajo de investigación realizado, se puede concluir que niños y niñas manifiestan:
El 61,6% de niños y niñas dice que se encuentran totalmente seguros en la vivienda que habitan, el 11,1 % dice sentirse seguro, el 14, 1% dice que se siente seguro algunas veces, el 4% dice sentirse seguro solo algunas veces y el 2% expresa no sentirse seguro. El 94,9% de niños y niñas encuestados, viven en viviendas en las cuales hay servicio de red eléctrica de manera estable. El 88,9% de niños y niñas expresa contar con servicio de agua potable en su casa, el 6,1% dice no contar con ese servicio, y el 3% expresa no estar seguro de contar o no con el servicio de agua potable.
El 97% de niños y niñas expresa disponer de inodoro en su casa. En relación a la cantidad de habitaciones que tienen las viviendas que habitan niños y niñas, las mayores frecuencias se registran en: 3 habitaciones (19,2%), 4 habitaciones (23,2%) y 5 habitaciones (22,2%). Cabe hacer notar que el 3% de niños y niñas responde que sus casas solo tienen una habitación. Acerca de la cantidad de baños que tienen las viviendas que habitan niños y niñas, el 63,6% de las viviendas solo tiene un baño, en tanto el 18,2% tiene dos baños y el 16,2% más de dos baños. Solo el 41,4% de niños y niñas duerme en una habitación propia, en tanto el 56,6% duerme en una habitación que comparte con otra/s persona/s. El 91,9 % de niños y niñas duerme en su propia cama, en tanto el 3% expresa no tener cama para dormir y el 1% dice compartir la cama con otra persona. El 70,7% de niños y niñas expresa contar en su vivienda con un lugar para estudiar, en tanto el 7,1% dice no contar con un lugar para estudiar y el 20,2% responde no estar seguro de contar con un lugar para estudiar.
Se espera que las conclusiones de esta investigación puedan servir como base para investigaciones futuras que permitan profundizar en un campo poco explorado de la vida de niños y niñas en la Argentina, y especialmente en el Conurbano Bonaerense; sobre todo si se tiene en cuenta que no abundan investigaciones de envergadura acerca de la materia. Enfoques también cuantitativos, pero con muestras más amplias, permitirían ampliar la indagación, incluso abriendo la puerta hacia futuras comparaciones interregionales acerca de la situación de diferentes niños y niñas a lo ancho del vasto territorio de la provincia de Buenos Aires, o bien del país, incorporando datos de otras jurisdicciones.
Asimismo, trabajos que pudieran desarrollarse utilizando métodos cualitativos podrían completar el panorama de la realidad social que presentan los datos que fueran considerados en este artículo.
Referencias bibliográficas
Ares, S. (2008). Del “sueño de la casa propia” a las desventajas del alejamiento. Tenencia de la vivienda y calidad de vida en localidades menores del Partido de General Pueyrredón. En P. Lucero (Dir.), Territorio y Calidad de Vida: una mirada desde la geografía local (pp. 335-365). EUDEM.
Battistini O. (2004). El Trabajo Frente al Espejo. Prometeo.
Ben-Arieh, A. (2000). Beyond Welfare: Measuring and Monitoring the State of Children. New Trends and Domains. Social Indicators Research, 52(3), 235-257.
Ben-Arieh, A. y Goerge, R. (2001). Beyond the numbers: How do we monitor the state of our children? Children and Youth Services Review, 23(8), 603–631. doi:10.1016/s0190-7409(01)00150-5.
Bradshaw, J. y Mayhew, E. (2005). The Well-being of Children in the UK. Journal of Social Policy, 35(03), 515-533. doi:10.1017/s0047279406300037.
Casas, F. (1998). Infancia: perspectivas psicosociales. Paidós.
Clair, A. (2019). Housing: An Under-Explored Influence on Children’s Well-Being and Becoming. Child Indicators Research, (12), 609-626. https://doi.org/10.1007/s12187-018-9550-7
Clerc, P. (2004). Lugar. Hypergéo, encyclopédie électronique. http://www.hypergeo.eu/spip.php?article331#
Cuervo Calle, J. J. (2010). ¿Vivienda, casa, hogar? La construcción del concepto “habitat doméstico” Iconofacto, 6(7), 70-88.
Estévez López, E., Musitu Ochoa, G., Murgui Pérez, S. y Moreno Ruiz, D. (2008). Clima familiar, clima escolar y satisfacción con la vida en adolescentes. Revista Mexicana de Psicología, 25(1), 119-128. https://www.redalyc.org/pdf/2430/243016300009.pdf
Gaitan Muñoz, L. (1999). El espacio social de la infancia. Comunidad de Madrid Conserjería de Sanidad y Servicios Sociales.
Gaitán Muñoz, L. (2006). El bienestar social de la infancia y los derechos de los niños. Política y Sociedad, 43(1), 63-80. http://www.adcl.org.pt/observatorio/pdf/Elbienestardelainfanciaelosderechosdelosninos.pdf
García García, D. M. (2014). Calidad, satisfacción y demografía residencial. Una visión conceptual de enfoques y tensiones de las teorías. Cuadernos de vivienda y urbanismo, 7(14), 260-275. https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cvyu/issue/view/804
García, M. y Hecht, A. C. (2009). Los niños como interlocutores en la investigación antropológica. Consideraciones a partir de un taller de memoria con niños y niñas indígenas. Tellus, 7,163-186. https://www.tellus.ucdb.br/tellus/article/view/188/222
Gordziejczuk, M. A. y Mikkelsen, C. A. (2020). Reflexiones sobre calidad de vida y espacio geográfico en Argentina: aportes al estado del arte. Estudios Socioterritoriales. Revista de Geografía, (27) enero-junio. //https://doi.org/10.37.838/unicen/est.27-052
Gorelik, A. (2015). Ensayo introductorio. Terra incognita. Para una comprensión del Gran Buenos Aires como Gran Buenos Aires. En G. Kessler (Dir.), Historia de la provincia de Buenos Aires: El Gran Buenos Aires (pp. 21-69). UNIPE-Editorial Universitaria.
Hanafin, S. y Brooks, A. M. (2005). Report on the development of a national set of child well-being indicators in Ireland. The National Children’s Office. http://217.35.77.12/archive/republic/papers/welfare/pdfs/Report_on_the_Development_of_a_set_of_Child_Well_Being_Indicators.pdf
Heller, Á. (1994). Sociología de la vida cotidiana (4ª ed.). Edición Península.
Hernández Sampieri, R., Fernandez Collado, C. y Baptista Lucio, P. (2006) Metodología de la investigación (4ta. Edición). Mac Graw Hill.
Kessler, G. (2015). Prólogo. En G. Kessler (Dir.), Historia de la provincia de Buenos Aires: el Gran Buenos Aires (pp. 11-20). UNIPE-Editorial Universitaria.
Lindón, A., Hiernaux, D. y Aguilar, M. A. (2006). De la espacialidad, el lugar y los imaginarios urbanos: a modo de introducción. En A. Lindón, M. A. Aguilar y D. Hiernaux (Coords.), Lugares e imaginarios en la metrópolis (pp. 9-25). Anthropos y Universidad Autónoma Metropolitana.
Lucero, P., Mikkelsen, C. Sabuda, F., Ares, S., Ondartz, A y Aveni, S. (2008). Calidad de vida y espacio: una mirada geográfica desde el territorio local. En P. Lucero (Dir.), Territorio y Calidad de Vida: una mirada desde la geografía local. Mar del Plata y Partido de General Pueyrredón (pp. 79-109). EUDEM.
Mieles Barrera, M. D. y Tonon, G. (2015). Calidad de vida y niñez: perspectivas desde la investigación cualitativa. UNIMAGDALENA, Universidad de Magdalena.
Mikkelsen, C. Ares, S., Gordziejczuk, M. y Picone, N. (2018). Aportes para el estudio del bienestar rural en la provincia de Buenos Aires, Argentina, 2010. En G. Tonon (Comp.), Nuevas propuestas para estudiar Ciencias Sociales (pp. 121-159). Universidad de Palermo.
Qvortrup, J. (1990). Childhood as social phenomenon. An introduction to a series of national reports. Eurosocial, 36. The European Centre for Social Welfare Policy and Research.
Rees, G., Tonon, G., Mikkelsen, C. y Rodriguez de la Vega, L. (2017). Urban-rural variations in children's lives and subjective well-being: A comparative analysis of four countries. Children and Youth Services Review, 80, 41-51. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0190740917305418
Santos, M. (1996). Metamorfosis del espacio habitado. Oikos-Tau.
Schutz, A. y Luckmann, T. (2009). Las estructuras del mundo de la vida. Amorrortu.
Sennet, R. (1978). El declive del hombre público. Península.
Tonon, G., Benatuil, D. y Laurito, J. (2017). Las dimensiones del bienestar de niños y niñas que viven en Buenos Aires, Argentina. Sociedad e Infancias, 1, 165-183. https://doi.org/10.5209/SOCI.55330
Tonon, G. y Mikkelsen, C. (2016). Aproximación al estudio de la Calidad de Vida de niños y niñas en localidades del interior de la provincia de Buenos Aires (Mar del Plata, Tandil, Balcarce y San Cayetano) y del Conurbano Bonaerense (Lomas de Zamora, Banfield y Ramos Mejía), 2014-2015. Libro de resúmenes de las IV Jornadas Nacionales de Investigación en Geografía Argentina RESÚMENES X Jornadas de Investigación y Extensión del Centro de Investigaciones Geográficas, Tandil, 11 al 13 de mayo 2016 Organizadas por el Centro de Investigaciones Geográficas CIG/IGEHCS UNCPBA/CONICET. http://media.wix.com/ugd/f1d0e7_dab65f208b3343b58b8c3b8c1d682ec7.pdf
Tonon, G. y Mikkelsen, C. (2019). El lugar desde la mirada de los/as niños/as, un aporte a la geografía de la niñez. Libro del VII Congreso Nacional de Geografía de Universidades Públicas y XXI Jornadas de Geografía de la UNLP. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. La Plata 9, 10 y 11 de octubre de 2019. http://jornadasgeografia.fahce.unlp.edu.ar
Tonon, G. y Mikkelsen, C. (2021). Children`s satisfaction with the neighborhood in the province of Buenos Aires, Argentina. International Journal of Happiness and Development. Publicado online en enero 2021. https://www.inderscience.com/info/ingeneral/forthcoming.php?jcode=ijhd
Tonon, G., Mikkelsen, C., Rodríguez de la Vega, L. y Toscano, W. (2017). Neighborhood and Housing as Explanatory Scales of Children’s Quality of Life. En J. Sarriera y L. Bedin (Eds.), Psychosocial Well-being of Children and Adolescents in Latin America (pp. 91-107). Springer.
1. Magíster en Ciencias Sociales (UP). Licenciado en Relaciones Laborales (UNLZ). Profesor de la Carrera de Relaciones Laborales de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Correo electrónico: carlomagno.martin@gmail.com
2. La tesis se tituló: La vida familiar de niños y niñas de 12 años de edad en la zona sur del Conurbano Bonaerense, fue dirigida por la Dra. Graciela Tonon y aprobada el 27 de septiembre de 2021.
3. Si bien este trabajo de investigación no se propuso revisar las condiciones asociadas con el hacinamiento del grupo poblacional considerado en la muestra, resulta interesante señalar que las dimensiones que arriba se enumeran sí influyen en el hacinamiento y podrían convertirse en variable muy importantes a considerar en investigaciones que incorporen la correlación entre: la vivienda y la salud personal/familiar. En este sentido, se sugiere la lectura de: Gordziejczuk y Mikkelsen (2020); Mikkelsen et al. (2018).
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.