Desde el año 1993 el claustro académico de la Facultad de Diseño y Comunicación organiza, anualmente, las "Jornadas de Reflexión Académica en Diseño y Comunicación”. Estas jornadas, que se realizan ininterrumpidamente desde su fundación, durante las dos primeras semanas de febrero de cada año, se organizan como Foro Interno, de debate y reflexión compartida entre todos los profesores regulares de la Facultad.
Acompañando el crecimiento de la Facultad las jornadas fueron modificándose y año tras año adoptaron diferentes modalidades organizativas y abarcaron diferentes temáticas. A partir del año 2000, correspondiente a la edición VIII de las Jornadas, comenzaron a publicarse las comunicaciones más significativas de los profesores para este evento.
La dinámica de la producción de la publicación comienza seis meses antes de la jornada respectiva en que se invita a los profesores a elaborar un artículo para ser presentado en la misma. El artículo se publicaba y la edición respectiva de la publicación se entrega en el acto de apertura de las Jornadas de febrero de ese año.
En los primeros años, hasta la edición de febrero 2007 (correspondiente a la edición XV de las Jornadas) se realizaba una edición anual, cuyo formato se modificaba en cada ocasión. A partir del año 2008 se produce un cambio significativo respaldado por la consolidación académica de la Facultad en esos años y el crecimiento y desarrollo de su claustro docente cuyas opiniones, ideas y propuestas son expresadas en esta publicación.
A partir del año 2008 (edición XVI de las Jornadas) se realizan dos ediciones anuales, una en febrero y otra en agosto de cada año. En ese momento, editorialmente se aumentan las páginas, cambia el formato y adopta un nuevo diseño que acompaña el carácter semestral de su edición.
La publicación sigue fuertemente vinculada a las jornadas de Reflexión Académica de la Facultad pero, al editarse dos números al año, comienza a tener una creciente autonomía. Al modificarse el nombre a "Reflexión Académica en Diseño & Comunicación”, se crea un comité editorial y otro de arbitraje. Este proceso permite sostener y mejorar los índices de calidad editorial que, visibilizados a través de la indexación en Latindex.